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lunes, 11 de marzo de 2013

Se nos fue Nando...


Supimos de Nando Pinzón  a través de sus hijos Nandín y Jaime, quienes se cruzaban la franja de monte entre el Barrio Militar y el aeropuerto, para venir a jugar softbol y futbol en el campito de la bonga. Eran muy buenos deportistas, pero, lo más importante, eran rosqueros y colaboraban cuando se formaban peleas con los del 7 de Agosto y Santamaría y era necesario mostrarles carácter  y unas buenas manos, para que no se nos apropiaran del campo.

Ayer al medio día Nando decidió irse. Se fue como si solo se tratara de  uno de los tantos viajes que emprendía en sus buenos tiempos de lobo de mar. Iba sonriente y se despidió de todos: su esposa, sus hijos, nietos y familiares que lo acompañaban. Iba tranquilo y con la satisfacción del deber cumplido, después de una larga vida de trabajo, forjando valores, ayudando a su comunidad y  sacando adelante una de las familias mas tradicionales, respetadas y queridas de Crespo: Los Pinzón.

Los hermanos y hermanas Pinzón hicieron tan buenas amistades con la muchachada de los alrededores del campito de la bonga y se entusiasmaron tanto con el ambiente de deportes y  fiesta del sector del aeropuerto, que al poco tiempo el “Viejo Nando”, como le decíamos cariñosamente,  se vino con toda su gente a vivir, nada mas y nada menos, que a la reconocida y emblemática calle 71.  Allí se estableció con su esposa y sus 8 hijos, en una casa que, con el correr de los   tiempos, se convertiría en el epicentro de las actividades cívicas, culturales y deportivas de todo este importante sector del Barrio de Crespo.

Nada alegraba y ponía mas contento a Nando que ponerse al frente de todas  las actividades, que pudieran significar  ayudar a sus vecinos y a la comunidad en general. Por allá a mediados de los años 60 del siglo pasado fundó, en compañía de otros patriarcas del barrio, el famoso Comité Cívico de Crespo, organización pionera y aguerrida, que en una época sirvió para combatir a los ladrones, que se metían en las casas a plena luz del día, a robarse planchas y mangueras; en tiempos mas tranquilos defendió a todo el sector de las amenazas de la ECA, que pretendía expropiar a los vecinos para montar el aeropuerto sobre el barrio y, en épocas mas recientes, apoyó a líderes y organizaciones mas jóvenes, que lucharon y siguen luchando por el disfrute del campito de la bonga.

Tenía la ventaja de  que con sus seis hijos varones, podía formar fácilmente equipos de cualquier deporte, así que no tuvo problemas para iniciar desde mediados de los 70, la organización de actividades deportivas en el barrio, en donde el equipo la 71, no solo era el mas controvertido y mejor organizado, sino que era el que casi siempre nos ganaba. Sus hijos, que heredaron la vocación para la organización deportiva, lo reemplazaron durante mucho tiempo en estas actividades y aun hoy, cuando las nuevas generaciones ni siquiera conocen el origen histórico y familiar del campito, el equipo de la 71 sigue siendo el emblema que representa a la familia Pinzón en todos los campeonatos.

Ayer al medio día se nos fue Nando. Iba tranquilo y sonriente, con la satisfacción del deber cumplido. A esta hora ya se habrá encontrado con el Pollo Molina, Fermín Tous, Igapé, Rafael Pereira y estarán recordando esas noches de ronda, en compañía del Roro Baena, Roberto Vega y Daniel Díaz, cuando con sus escopetas de fisto y los cuchillos de cocina, espantaban a los ladrones que no dejaban en paz a los vecinos de Crespo. Vete tranquilo “Viejo Nando”, hiciste un buen trabajo, la semilla cayó en tierra fértil, tu esfuerzo no fue en vano, tu familia y tus amigos seguiremos tu ejemplo y seguiremos luchando por lo que siempre defendiste: la armonía, la tranquilidad y la coexistencia pacífica y feliz de los  vecinos del barrio de Crespo….. Buen viento y buena mar “Viejo Nando”.

Artículo publicado el 6 de Febrero de 2013

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