Vistas de página en total

lunes, 11 de marzo de 2013

Mesura Alcalde...


No deja de causar extrañeza la última y apresurada decisión de nuestro Alcalde, mediante la cual despidió de un solo chinchorrazo a 2000 funcionarios del Distrito, quienes laboraban a través de  la infame modalidad de la orden de prestación de servicios, mas conocida en el ambiente político administrativo, como OPS.

Es extraña la decisión porque se fundamenta en justificaciones tan peregrinas como que: “hay tantos empleados que no caben en algunas dependencias, las cuales resultan estrechas para albergar a tantos empleados”.
Sin embargo, como el mismo Alcalde asegura, estos funcionarios arrancaron con su gobierno y eran necesarios, porque al desvincularlos se paralizaba la administración. Las preguntas son: ¿y al despedirlos ahora, no se paraliza la administración? ¿y porqué hasta 5 meses después de iniciado el gobierno es que se  da cuenta que hay tantos que no caben?

No deja de ser  extraña y sugestiva la medida, porque se produce precisamente a continuación de un agrio altercado entre un respetado concejal y un asesor del despacho, en el cual el asesor, en forma poco amistosa, acusó al concejal de “tener mas de 1000 OPS en el Distrito”. Esta acusación, que parece no ha sido  asimilada en sus verdaderas dimensiones, contiene un compendio de sugerencias que van desde aceptarse que los concejales “tienen OPS”, hasta que lo censurable es que sean muchas. Otras preguntas que obligatoriamente se deben responder son: ¿tienen algo que ver las 2000 cancelaciones de contrato que ha hecho el Alcalde, con lo dicho por el asesor en relación con las mas de 1000 OPS en manos de un solo concejal? ¿a quienes y a que negocios se refiere el Alcalde, cuando dice “no me pidan puesto que el alcalde no negocia puestos con nadie”?

La medida es apresurada e inhumana porque viola las mas elementales normas de administración y manejo del Talento Humano. Las prácticas aceptadas universalmente, parten de hacer estudios, revisar procesos, verificar requerimientos y luego con toda la información en la mano proceder a revisar la organización, realizando los ajustes de nómina que sean necesarios en forma planeada y ordenada. Arrancar el proceso despidiendo masivamente   a los funcionarios, para después hacer los estudios, no solo es un absurdo administrativo, sino una violación flagrante a derechos tan importantes como la dignidad humana, el buen nombre y la vida digna. Los funcionarios despedidos son seres humanos que sienten, sufren y les duele ser tratados como cosas que solo llenan oficinas o como elementos de negociación entre el sector político y el ejecutivo.

No parece lógico que en momentos en que acaba de aprobarse el Plan de Desarrollo, un plan 100% operativo, que va a requerir de un verdadero y significativo esfuerzo de gestión del Distrito, se proceda a retirar del servicio a un importante grupo de funcionarios ya entrenados y que, todos sabemos, son de gran impacto en su aporte, si se tiene en cuenta que el trabajador sin estabilidad hace un esfuerzo extra, en aras de mantener el puesto y la tranquilidad de su familia. Una gran mayoría de estos funcionarios son personas con altos niveles de preparación y méritos suficientes para desempeñar con lujo de detalle, las actividades de trascendencia que plantea el Plan de Desarrollo. Ojalá y no caigamos en el viejo y odioso esquema de abrir calles de honor a los ignorantes cargados de recomendaciones y no a los capacitados.

Las decisiones que tienen que ver con los seres humanos deben ser muy cuidadosas, extremadamente estudiadas, pero sobre todo respetuosas de la dignidad humana. La ponderación, la mesura y el trato justo, son condiciones humanas que marcan la diferencia entre una administración inspiradora y una administración despótica. Los cartageneros tenemos todo el derecho del mundo a ser tratados como seres humanos dignos y este es lo menos que esperamos de nuestros administradores.

Artículo publicado el 31 de Mayo de 2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario