Freniot Chantal Oviedo, un Zenú puro
que componía décimas y poemas, mientras hacía pilones y canoas a orillas del
Sinú, tuvo la mala fortuna de tener que venir a Cartagena por allá por los años
40 del siglo pasado, con la temeraria idea de hacer unas “diligencias”, en
oficinas públicas de la ciudad. Embarcó en la “Golondrina”, armado con un
pellón, como todo equipaje y al cabo de treinta horas estaba en la bahía de las
ánimas, asustado y estrasijado por el hamaqueo de la lancha al paso por
periquito.
Tan pronto desembarcó, fue
campaneado por unos malandros que lo confundieron con un rico ganadero, debido
al sombrero vueltiao que llevaba y en un
dos por tres lo despojaron del pellón y lo dejaron penando en el Camellón de
los Mártires, donde se dedicó a leer las placas de los monumentos, mientras
esperaba el regreso de la lancha para devolverse. Después de convencer al
capitán de la lancha de su tragedia, embarcó de regreso y cuando la lancha ya
se alejaba, se paró en la cubierta y grito para desahogarse: “adiós Cartagena y
tus muñecos…te volverá a ver mi espíritu si es que es vagabundo..”
Cuando dijo muñecos, no se si se
refería a los múltiples monumentos de la ciudad, o si por el contrario, fue una
premonición de lo que ocurriría en el futuro en la administración de la ciudad;
lo cierto es que es muy probable que sea este el origen de una larga tradición
convertida en leyenda, según la cual los cartageneros son apáticos y poco
impresionables por los que a ella llegan, especialmente si vienen rodeados de
las ínfulas de la fama. De ahí la
célebre frase que todos los grandes recuerdan cuando, al rato de estar en la
ciudad, sienten la desazón de ser ignorados, o peor aún, el señalamiento de
metidas de pata inolvidables : “en Cartagena no hay fama que dure 24 horas”.
Por supuesto por la brevedad de este
escrito, no voy a recordar las múltiples embarradas de reinas, cantantes y
presentadores, quienes después de muchos años aun son recordados por los
descaches que pasaron a formar parte del folklore nacional y que pusieron a
tambalear su fama tan rápidamente, como los malosos desplumaron a Freniot en la
propia Boca del Puente. Voy tan solo a
recordar los eventos del último mes, que por su desarrollo y resultados,
parecen confirmar las premoniciones del carpintero de la rivera del Sinú.
Cayó la fama del gobierno en cabeza del propio presidente, quien pasó de la gloria de la
portada de la revista Times, a una
triste y solitaria rueda de prensa, en la que cabizbajo y meditabundo, intentó
remendar los traumáticos resultados, con
el premio de consolación de la venta del país y la cuidad y la importancia de
que el presidente de USA hubiera dormido dos días en la ciudad.
Cayó la fama del propio presidente
Obama, quien de líder carismático, sonriente y juvenil, se convirtió en el malo
del paseo, ya que con su intransigencia desbarató la reunión antes de tiempo y
le sacó la piedra a varios presidentes que se devolvieron refunfuñando y
dejando servido el almuerzo de sancocho de costilla, planeado para celebrar los acuerdos.
Cayó la fama del poderoso Servicio
Secreto de USA, quienes antes de 24 horas ya estaban perrateados y atomizados
por los diferentes sitios de diversión de la ciudad, con una marimonda de
carretilleros, mostrando su catadura de putañeros irredentos y conejeros
inmortales.
Cayó la fama de nuestra
aristocrática canciller, quien con su dicción resbalosa, y su nadadito de
perro, casi nos desbarata la ciudad, y terminó enredada en un berenjenal de
hombre con prostituta, hombre con mujer, mujer con mujer, en la misma dirección
pero en sentido contrario.
Y por último pero no menos
importante, cayo nuestra querida Shakira, quien después de bañarse en oro en
los cinco continentes y no venir al país, sino invitada por el propio
presidente, se peló en el momento "sublime" y quedó ante la plana
mayor del continente, como la niñita que recita su primer poema en la sesión
solemne del colegio y se equivoca ante el desencanto de padres y profesores.
Quedan entonces notificados los
famosos. Los muñecos de Cartagena, que tanto atemorizaron al Poeta del Sinú, siguen cobrando famas antes de las 24 horas.
Artículo publicado el 7 de Mayo de 2012
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