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lunes, 11 de marzo de 2013

De los protagonistas y otros demonios..


Tengo que confesar sin rubores que veo todos los días protagonistas de muestra tele, y no solo veo el programa oficial de por la noche, sino los resúmenes, avances y comentarios, que se hacen a lo largo del día. Independientemente de lo que digan y opinen expertos y profanos, hay que aceptar que el programa les gusta a los colombianos y que analizado sin apasionamientos e hipocresías  y más allá de las intenciones actorales de los participantes,   el reality gusta porque, de alguna manera, convoca los sentimientos,  emociones y actitudes más representativos de nuestra  compleja sociedad colombiana.

Lo primero que hay que admitir es que la televisión es y seguirá siendo una forma expedita y eficiente de adquirir notoriedad rápidamente, sobre todo si la persona se expone a ella seguidamente y en horarios de alta atención del público. Hace dos meses estos jóvenes que participan en protagonistas eran unos solemnes desconocidos y hoy dos meses después, por obra y gracia de la televisión, son unos verdaderos personajes nacionales, reconocidos, y generadores de opinión y controversia, a lo largo y ancho del territorio nacional. Esta debe ser la razón por la que tantas calvas ilustres se desvelan y hacen lo que sea, con tal de lograr una entrevista en TV y mantenerse apareciendo,  aunque  veces no sea por cosas tan buenas.

Otro elemento destacable que muestra el reality, es nuestra natural tendencia a agruparnos alrededor de criterios o intereses comunes, agrupaciones que muy pronto se convierten en fuertes “roscas”, que terminan disputándose los beneficios y el poder, mas allá de consideraciones éticas, programáticas o lógicas. A pesar de que los reglamentos del programa establecen el talento y la convivencia como los parámetros de enjuiciamiento y control, los dos grupos conformados: “las superpoderosas” y “la mafia”, rápidamente superaron los procedimientos de la producción y decidieron que las eliminaciones se harían obedeciendo a las decisiones, confabulaciones y conspiraciones dirigidas desde ambos bandos, con base en consideraciones muy distintas a los establecidas. Cualquier parecido con nuestra realidad es mera coincidencia.

La permanente y deprimente controversia entre casi todos los participantes y el espontaneo Oscar, es  quizá el elemento que mas claramente marca una de nuestras tendencias como grupo social: la intolerancia. Es evidente la incapacidad del grupo para ocultar y controlar sus prejuicios y aceptar a alguien diferente, o que por lo menos no se muestre de acuerdo con sus preconcepciones y estándares, largamente interiorizados en muchos años de aprendizaje discriminatorio. Aunque Oscar hace las mismas bromas pesadas que los demás, es claro que el grupo descarga su rechazo por la indefinida condición sexual del joven, alegando que deben ser respetados, seguramente, por ser ellos sexualmente “normales”. Las agresiones verbales y físicas y la estigmatización que ha debido sufrir el joven son apenas un pálido reflejo de lo que sucede acá afuera.

No podían faltar por supuesto, los personajes que pretenden superioridad, por ser de determinada región del país. Los protagonistas, al igual que ratoncitos en un laboratorio, piensan y actúan dentro de la casa estudio de forma similar a como se dan en el país  las luchas de poder, con base en la preponderancia relativa que cada región cree tener. No es un secreto que la verraquera, el echar para adelante aun pasando por encima de normas y personas y el todo se vale, son algunos de los elementos con que la protagonista de menos talento y peor convivencia, no solo se mantiene en el programa, sino que define el rumbo y la suerte de los demás, que ingenuamente y sin oponer resistencia, se dejan poner semanalmente la camisa roja de la sumisión a la región mas fuerte.

Tal vez con lo único que no han contado los protagonistas, es con esa innegable vocación de los colombianos por lo justo, lo correcto, la protección del mas débil y la esperanza siempre viva de que al final prevalecerá la verdad y la justicia. Esa es quizá la razón por la que Oscar y Diana X, aún siguen en la pelea….

Publicado el 16 de Agosto de 2012

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