Para nadie es un secreto que si siempre hacemos las
mismas cosas, siempre obtendremos los mismos resultados. Esto no lo inventé yo,
por supuesto: esto se le ocurrió a Albert Einstein, un hombre que con ideas tan
sencillas como la anterior, logró cambios de tal magnitud que aun hoy nos
impresionan. Y esto no solo se aplica en las ciencias o en la tecnología; no
señor, este apotegma tiene aplicación universal y obviamente la política o actividad
relacionada con el manejo de la ciudad y sus asuntos no escapa a sus alcances.
Aplicado a la administración Distrital, resulta
obvio concluir entonces que una opción
exitosa será por ejemplo, no reciclar en cargos importantes a funcionarios que
gobierno tras gobierno han demostrado su
incompetencia y no han logrado innovar, mejorar y cambiar. Se trata de un
conocido grupo de personas con muy buen respaldo político, profesionales de la
administración pública y a veces privada, que “saben de todo” y se mueven de un
cargo a otro, arrastrando su séquito de aduladores, para hacer lo que siempre
han hecho: nada. Un gobierno que arranca deberá estar atento a librarse de
estos patrones de fracaso, y dedicarse juiciosamente a buscar gente exitosa, productiva y con logros
comprobados.
Si de Planear se trata, es absolutamente evidente que
es quizá aquí donde mas debemos cambiar. No es un secreto que llevamos años y
años , gobiernos y gobiernos, haciendo mas de lo mismo y por eso tenemos siempre
lo mismo. El grupo de planeadores que tradicionalmente se ha rotado este cargo
en el distrito, ya demostró su poca visión futurista y su limitada capacidad de
arriesgarse para proponer soluciones creativas y de fondo para nuestros eternos
problemas. Situaciones estructurales
persistentes como la movilidad, la insalubridad, el espacio público, las ventas
ambulantes, la marginalidad de grandes sectores y situaciones nunca definidas
como el Mercado de Bazurto, La Base Naval, El Aeropuerto, La Sociedad Portuaria
y la Central de Abastos, son apenas algunos
de tantos elementos indefinidos, indicativos de que no estamos dando
pasos en la dirección correcta, que venimos haciendo lo mismo y que si queremos
otros resultados debemos cambiar.
Cuando discutíamos el malogrado cobro de Valorización,
hubo un consenso de los panelistas en el sentido de admitir que gobernar una
ciudad puede ser algo muy simple, si nos dedicamos a hacer siempre lo mismo:
Cobrar impuestos, recibir transferencias e invertir y gastar un presupuesto,
que generalmente es el mismo del año anterior con los correspondientes
incrementos del IPC, preparar un Plan de Desarrollo que en términos generales es
un catalogo muy bien elaborado, en donde, al lado de muy buenos deseos, se enumeran una serie
de actividades que no son mas que el día a día de las labores que rutinariamente
deben desarrollar los diferentes actores del gobierno. Pero un plan estratégico
que defina los objetivos de verdadero desarrollo de la ciudad, si lo hemos
definido, nunca lo hemos realizado.
(Articulo publicado Diciembre 11, 2011)
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