Cuando escribo este blog, han pasado
ya seis días desde que se presentara la renuncia del Alcalde de Cartagena y a
pesar de la expectativa y la
incertidumbre que existían en la ciudadanía y en todos los sectores, todavía no
ha habido un pronunciamiento de fondo del Gobierno Nacional, en el sentido de fijar
una posición y un direccionamiento claro sobre lo que viene ahora. El lamentable
fallecimiento del Alcalde, ocurrido cuando aun no se había tramitado la
renuncia, deja otro interrogante sobre cual será la figura que se utilizará
cuando finalmente se decidan a actuar.
Parece que las calvas ilustres del
altiplano, andan tan ocupadas en temas tan importantes y de tanta trascendencia
para el país, que realmente no les queda tiempo para atender las cantaletas de
unos provincianos alarmistas. La prolongación del período del presidente y
demás dignatarios, la peleas entre funcionarios, el nuevo esperpento de reforma
a la salud y la ley anti parodias, son algunos de los “grandes temas” que no
les permiten echar una mirada hacia el limbo de desgobierno que por mas de 8
meses ha soportado la ciudad. Y eso que el presidente se traslada todas las
semanas a La Heroica, con todo su séquito, a atender invitaciones, recibir
atenciones y resolver temas propios de su alta investidura, menos los de
Cartagena.
No quisiera pensar que esta
inactividad del ejecutivo central, está sustentada en la creencia de que las
cosas en la ciudad marchan "al pelo", debido a que tenemos un alcalde encargado,
quien puede seguir al frente de la administración con toda tranquilidad,
gracias a ser de toda la confianza del Presidente y de quien ha recibido su
beneplácito, a pesar de la forma irregular en que fue designado. No perdamos de
vista que estas actuaciones del central ya tienen un antecedente, cuando en
1999 no se aceptaron las ternas para escoger el reemplazo del alcalde
destituido, no se convocaron elecciones atípicas y se dejó a un alcalde
seleccionado a dedo, para completar el período institucional. La Constitución y
la Ley nunca han sido un obstáculo, cuando de resolver los problemas de La
Heroica se trata.
Los que si no se han quedado quietos
son los inefables y sempiternos candidatos, quienes desde hace ratos,
calladitos pero muy atentos, han venido engrasando maquinarias, alistando sus
huestes de líderes y seguidores, pero, sobre todo, puliendo los desgastados
discursos, en los que por arte de birlibirloque, todos nuestros problemas se
resuelven y la ciudad se convierte en un paraíso donde la transparencia, la
igualdad, el buen gobierno y la justicia social, garantizarán la prosperidad y
la felicidad tan esquivas para los cartageneros, quienes, olvidadizos como
siempre, ya empiezan a escuchar sus cantos de sirenas, a dejar en sus manos su
futuro y a gozar de lo que mas nos
gusta: estar en campaña.
Otros que no pueden ocultar su
felicidad son los partidos políticos. Se aproxima la época en que recuperan su
protagonismo y se vuelven tan importantes, que a veces llegamos a creer que en
realidad existen como tal y que los avales que reparten en esta época, no son
un simple requisito de inscripción, sino un verdadero respaldo político que se
confiere a los mas connotados líderes y voceros de su ideología. Ojalá y no se
repita el triste episodio de la terna de la ASI, para escoger alcalde encargado
y que al menos, por esta ocasión, se valore en toda su magnitud la
responsabilidad que significa mercadear avales y apoyar candidatos, sin ningún
tipo de compromiso ciudadano, sin estructura política y sin un liderazgo serio
y reconocido. Es en esta entrega indiscriminada y folclórica, donde comienzan a
estructurarse los complejos y persistentes problemas de nuestra sociedad.
La suerte está echada y los
cartageneros nos aprestamos a vivir un nuevo episodio de nuestra convulsionada
historia. Las elecciones atípicas que se aproximan, si es que al gobierno le da
la gana de convocarlas, serán una brillante ocasión de poner en práctica esos
grandes cambios y esas profundas reflexiones, con las que nos desahogamos
diariamente en las redes sociales. De nosotros y solo de nosotros depende que aprovechemos
esta nueva oportunidad.
@rododiazw
Cartagena Alternativa
ResponderEliminarNuestra visión analítica de la ciudad de hoy nos señala que debemos hacer un esfuerzo para producir un cambio profundo en la orientación de los asuntos económicos, políticos y sociales que la comprometen. El modelo imperante se ha tornado insostenible produciendo un divorcio entre los diferentes tejidos.
Importantes sectores académicos y empresariales consideran que el desarrollo económico de Cartagena es apropiado en las áreas industrial y turística. Si ello es cierto también los es que esto ha ido de la mano con el surgimiento de estratos sociales minoritarios que viven en la opulencia y sectores mayoritarios para los cuales es casi imposible la subsistencia. Los índices de miseria en Cartagena son inaceptables.
El estamento político en Cartagena no da respuesta a las expectativas populares y a las reivindicaciones esperadas, mostrando que su liderazgo ha sido incapaz de traducir esas necesidades en políticas públicas orientadas al bienestar.
Observamos hoy una grave crisis institucional que ha generado desgaste y parálisis, falta de confianza y pérdida de la legitimidad del gobierno local, ocasionando un profundo déficit democrático.
Por ello es importante que aparezca una forma alternativa de entender, comprender y administrarla, resolver sus problemas, de atender sus prioridades, de manejar sus finanzas, de mejorar los niveles de ingreso de la población, la calidad de su educación pública, de vivienda digna, de defender el medio ambiente y la seguridad ciudadana; reorganizar el tejido político, económico e implementar una forma diferente de hacer política al servicio de la sociedad. Este liderazgo debe facilitar el despertar de las conciencias dormidas producto del ejercicio de políticas mezquinas ajenas al bien común.
Hay que poner freno a la codicia de sectores insolidarios. La política no puede seguir siendo un negocio y la administración pública no pueden estar al servicio de intereses malsanos.
Queremos una ciudad en donde se dignifique y se garantice la vida de sus habitantes, que haya acceso a la alimentación necesaria que impida las enfermedades carenciales; una ciudad con trabajo adecuadamente remunerado, con instituciones de salud orientadas hacia la familia y la comunidad y con educación gratuita para todos, una administración trabajando para el ciudadano, apoyado en las necesidades colectivas, una ciudad que maneje con decoro los dineros públicos. No nos gustan los dineros públicos en bolsillos privados. Que respete a las minorías, inmune al poder de corruptos, donde la política no siga siendo un juego sucio, donde sus líderes no sean aliados de mafiosos, una sociedad de empresarios solidarios que propendan por el desarrollo equilibrado y el mejoramiento de la calidad de vida de sus trabajadores, sus familias y la comunidad.
Lo anterior se logra si nuestra clase política está integrada por personas meritorias, lo cual se reflejará en una administración conducida por una élite administrativa igualmente meritoria.
Somos partidarios de un liderazgo político arraigado en la ciudadanía, consciente y responsable. Esta es la Cartagena Alternativa que te invitamos a construir.
GERMAN VIANA GUERRERO germanviana1@hotmail.com