En 2002, después de su estruendoso
triunfo, Uribe fue entrevistado en un programa de televisión, dirigido por un
prestigioso periodista, quien le hizo responder un largo cuestionario, por
supuesto conocido y preparado de antemano por el entrevistado, el cual Uribe
respondió con sabiduría y suficiencia. Como quien dice estaba “picantico”. Al
final el entrevistador con ojos llorosos, no se sabe si por el guayabo o por el
momento de inspiración seráfica que vivía, le preguntó a Uribe: Presidente,
usted de que es lo que no sabe?
Ahí fue Troya. El “man” se creyó el cuento de que era un
prodigio: Comenzó a entrenar una media sonrisita pensativa, con mirada
reflexiva, para parecerse cada vez más al divino niño. Trabajó sin descansos,
frente a un espejo, para aprender a impostar la voz y adquirir ese dejo
mesiánico en el hablado, que lo hizo irresistible y, vestido de campesino,
comenzó su peregrinaje por la Patria. Lo único que no pudo quitarse fue ese
caminadito de viejito atolondrado, del que secretamente se burlaban sus colegas
del Mercosur y las piedras inmortales que botaba, cuando lo contradecían. En
esos momentos se transformaba, berreaba, babeaba y madreaba a quien se le
atravesara.
Las orejas de lobo las comenzó a
mostrar en un aciago consejo comunitario, en el que interrumpió al presentador,
para ordenar que se capturara a un pobre funcionario que tuvo la mala suerte de
ser mencionado como responsable de un tráfico de influencias, con respecto una mercancía incautada. El mesiánico
presidente se pasó por la faja los 533 artículos del código de procedimiento
penal, que el mismo había promulgado unos días antes, y obligó a unos
funcionarios del DAS, que estaban presentes, a que se llevaran esposado al
asustado secretario, sin investigación, sin orden judicial y sin el
cumplimiento de las garantías procesales. Esta actuación arbitraria fue
recibida con un sonora aplauso de los asistentes y el beneplácito de los medios
vendidos, que veían con lentes rosados, las actuaciones del embrionario
dictador.
Lo que siguió de ahí en adelante ya
lo sabemos: el articulito, el reparto de notarías y compra de votos para la
reelección, falsos positivos, chuzadas, Agro Ingreso Seguro, DAS, DIAN, todo
esto condimentado con las pilatunas de sus dos retoños y un ataque feroz contra
los magistrados que se le opusieran. Luego de perdida la segunda reelección, se
imaginó ingenuamente, que Santos sería su continuidad y así lo demostró el día
de la posesión cuando acabó con 200 años de tradición y se presentó a presidir
la ceremonia, enviando el claro mensaje de que Santos era el presidente, pero
el era el que mandaba. Con el distanciamiento de Santos se refugió en el
“twitter”, desde donde viene mostrando su verdadera catadura de déspota y trata
de mantener vigencia, con la colaboración de los medios amarillistas, atacando
irracional e irresponsablemente al gobierno, sus proyectos, sus instituciones y sus
funcionarios.
Con la
última actuación, hasta sus más cercanos seguidores se convencieron de que el hombre
anda en malos pasos: quien sabe de que forma se consiguió las coordenadas del
sitio donde se realizaría una operación, para el traslado de dos guerrilleros a
Cuba, para unirse al grupo que trabaja en los diálogos de paz. Las publicó en
su cuenta de twitter y luego se defendió, mintiendo descaradamente y alegando
que el podía hacerlo porque era un particular, con lo que trata de hacerle un
esguince al código penal. El Fiscal muy
buena papa y paternal lo regañó al mejor estilo de la mamá de Asasita: ”presidente Uribe eso está muy mal hecho,
como lo vuelva a hacer le voy a dar chan chan ..” Pero mas allá de
cualquier denominación jurídica, la actuación de Uribe fue despreciable,
antipatriótica y sobrepasó los límites de lo aceptable éticamente en ejercicio
de la oposición política, especialmente para un expresidente de la república.
La
Corte Penal Internacional ya envió sus fiscales a Colombia, quienes quieren
verificar sobre el terreno si efectivamente la Fiscalía colombiana está
investigando las denuncias, por el caso de los “Falsos Positivos”. De no ser
así, muy seguramente avocarán conocimiento del caso y prepararán el
correspondiente “indictment” o acusación, como le decimos acá. No sabemos en
que concluirá toda esta novela, pero lo que si es cierto es que cada vez son
menos los que le festejan y se alejan, previendo ese día no muy lejano en que le
llegue el “chanchanazo” y no le oigamos hablar mas de las jaaaarc…
para mi mostró sus dientes de lobo cuando se quito la mano del "corazón grande" y empezaron a morirse los cartageneros por la falta de atención en los hospitales después del cierre definitivo del HUC
ResponderEliminarWilson ElJadue