En mi corto periplo por las campañas
a la alcaldía de Cartagena, me tocó actuar de asesor gratuito, especialmente en
el área de planeación de la campaña y estructuración del plan de gobierno, de
al menos unos cinco candidatos. Aunque casi todos abandonaron la lucha en la
mitad del camino, la experiencia fue
interesante y, de una u otra forma, me dieron importantes elementos de juicio,
que hoy en esta nueva coyuntura, me permiten reflexionar sobre lo bueno lo malo
y lo feo del proceso.
Lo bueno de la campaña es el gran
espíritu de equipo que se establece alrededor de la figura del candidato. La
gente, de alto perfil técnico y bajo perfil político, está altamente motivada y
entusiasmada y se trabajan hasta 20 horas diarias, sin pensar en remuneración
alguna ni descansos. Los integrantes del grupo trabajan alrededor del mismo
objetivo, cual es ganar la alcaldía y, aunque nadie lo dice, todos tienen la
secreta esperanza de que el candidato gane para, al fin, lograr la tan anhelada
recompensa. Para los miembros del equipo de campaña, su candidato es el mejor,
tiene las mejores intenciones del mundo y en lo más profundo de sus corazones,
creen sinceramente que será la solución que todos esperan.
Lo malo es que el candidato es
bastante diferente a lo que creen los miembros de su campaña y sus electores. No
necesariamente es el mejor, tiene una idea muy personal de lo que es la amistad
y la colaboración y aunque es un experto en el arte de fingir que quiere a todo el mundo, la realidad es que
usa zapatos dos tallas mas grandes para hacer pistolas con los dedos de los
pies. Casi siempre tiene un plan diferente, unos objetivos diferentes y unos
amigos diferentes, que nadie de la campaña conoce. Mientras sus asesores se
cranean un buen plan de gobierno, el hace reuniones invisibles y alianzas,
hasta con el diablo, en busca de recursos y votos. Nunca conocí uno que supiera
lo que contenía el plan de gobierno y, si las cosas le salían bien, la última
vez que se le veía era el día antes de elecciones, cuando se le escribía el
discurso ganador.
Lo feo comienza al día siguiente de
las elecciones, cuando ya se ganó la alcaldía y el candidato deja de contestarte
el teléfono. Nunca más se le ve por la sede de la campaña, y los queridos
amigos que le ayudaron en todo el proceso electoral, pasan a un segundo y
tercer lugar, para dar paso a los amigos del alma. Con esos se toman las
grandes decisiones, se abordan las cosas importantes del nuevo gobierno,
especialmente lo relacionado con el delicado equilibrio que tiene que ver con lo
que se conoce como el “reparto burocrático”. La idea es que hay que darles a
cada uno su parte, la cual irá en proporción directa a la importancia del amigo y su apoyo en la campaña. En esta etapa
el perfil de las acompañantes es 100%
político y, se puede decir, que las decisiones importantes del nuevo gobierno
son de corte político. Aquí comienzan los problemas.
Uno de los grandes inconvenientes
que tenemos los colombianos, es que solamente elegimos al Alcalde, mientras que
este, una vez ganador, escoge a dedo a
los 30 ó 40 colaboradores, sobre quienes poco o nada sabemos y quienes, conjuntamente con él, tomarán
importantes decisiones sobre el gobierno de la ciudad. Que tan buena es esta escogencia,
sobre todo, si casi siempre va acompañada de recomendaciones políticas? He ahí
el detalle y he ahí una de las razones por las cuales es tan difícil manejar la
ciudad y por las cuales generalmente el Alcalde comienza a tener problemas a
pocos días de su posesión. Para nadie es
un secreto que estos funcionarios recomendados por los grupos políticos o los
auxiliadores de la campaña, carecen de poder de decisión, el cual es transferido,
a veces hasta con escritorio y todo, al recomendador de turno.
Parece que los únicos candidatos que no les quedan mal a
su equipo de campaña y a sus electores son los que pierden. Una buena opción
para la campaña, que apenas arranca, es pedirles a los candidatos que, así como nos muestran sus virtudes y
ventajas, nos muestren las de los que serán sus colaboradores en el gobierno y
recuerde: vote por el que menos ofrezca, así quedará menos defraudado.
Radiografía exacta del proceso !!
ResponderEliminary para no quedar defraudado, mejor no voto
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