La situación presidencial de
Venezuela se aproxima a un punto de inflexión, ya que el Presidente Chávez
cuenta con una semanita corta para mejorarse, recuperarse y presentarse el 10
de Enero, ante el Parlamento Unicameral o Asamblea Nacional, para prestar
juramento como presiente número 42 reelegido, acto que según expertos juristas
venezolanos, no podrá postergarse y mucho menos realizarse por fuera de la
República Bolivariana de Venezuela. El silencio sepulcral alrededor del estado
de salud del comandante, indica que esto no será posible.
La crisis económica de 1989 y el
llamado “caracazo”, fueron la oportunidad propicia para que Chávez hiciera su
aparición en la escena política, cuando acompañado de otros militares y el
respaldo de su movimiento MBR200, intenta un fallido golpe de estado en 1992, contra el presidente Carlos Andrés
Pérez. Encarcelado y perdonado posteriormente por Rafael Caldera, Chávez se
postula para los comicios de 1998 con el apoyo del movimiento quinta república
y es elegido con el 56.5% de los votos. Desde este momento, y tras tramitar una
constituyente en 1999, derrotar un golpe de estado en 2002, un referendo
revocatorio en 2004, y ganar elecciones en 1999, 2001, 2007 y 2013, Chávez ha
trabajado incansablemente por consolidar lo que ha llamado la Revolución
Bolivariana, basada en un proyecto de socialismo siglo 21.
Si el
reemplazo de un Alcalde enfermo en Colombia es complicado, y nos pone a pensar
y divagar, la situación venezolana no es menos enredada y susceptible de
controversias y componendas. La Constitución Bolivariana de 1999 en su artículo
233, considera varios escenarios para el caso de falla absoluta del presidente:
Si la falla absoluta del Presidente se presenta después de posesionado y antes
de cumplir 4 años de gobierno, el Presidente será reemplazado por el
Vicepresidente, quien tendrá la responsabilidad de convocar nuevas elecciones en
un plazo de 30 días. Por el contrario, dice el articulito, que si la falla
absoluta se presenta en los últimos dos años, entonces el Vicepresidente
asumirá hasta completar el período.
La
situación se complica cuando el mismo artículo 233 constitucional establece que
ante la ausencia absoluta del presidente electo antes de tomar posesión, se
deberá convocar a nuevas elecciones en un plazo de 30 días, y mientras eso
ocurre, el presidente de la Asamblea tomará las riendas del gobierno. Para los
analistas electorales venezolanos, si Chávez quedara inhabilitado para gobernar
y no pudiera reasumir la presidencia el 10 de enero, la presidencia temporal,
contrariamente a lo que ordenó el comandante en su testamento político, debería
recaer en la cabeza del Legislativo, es decir, el oficialista Diosdado Cabello,
porque “la razón de existencia de esa norma es que dentro de la menor brevedad
posible se convoque a una elección”.
Varias ambigüedades se presentan en
este punto: la primera y que de hecho genera mas polémica, es la que se produce
cuando es la propia constitución, la que determina dos caminos diferentes para
el reemplazo, en caso de falta absoluta en los últimos dos años. La segunda,
muy similar a la nuestra, tiene que ver con la definición de la falla absoluta,
cuando se trata de enfermedad que inhabilita al presidente para gobernar y la
tercera y mas compleja es la de establecer, ¿que pasa si llegada la fecha, el
presidente electo no se posesiona? La oposición venezolana ha comenzado a
desesperarse ante la incertidumbre, y, al dar por hecho que el presidente no se
recuperará, ha comenzado a exigir veracidad y oportunidad en la información y
aplicación de inmediato del precepto constitucional. De otro lado, gobiernos
vecinos han comenzado a especular y hablar de transición pacífica y
democrática, en caso de un desenlace fatal en la hermana república bolivariana.
El 10 de Enero se acerca y, a menos
que el comandante presidente nos tenga reservada para esta fecha, otra de sus
acostumbradas sorpresas y se presente a posesionarse mas feliz y sonriente que
nunca, es posible que ese día se
convierta en otra fecha importante en la recordación del pueblo venezolano.
Habrá que esperar a ver si al
desaparecer Chávez del escenario del
liderazgo político en Venezuela, finaliza la revolución bolivariana, o si, por el contrario, se produce su consolidación
ideológica, como nueva identidad política para los venezolanos.
Artículo publicado el 3 de Enero de 2013
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