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lunes, 11 de marzo de 2013

A organizar la protesta...


No hay duda de que el pueblo colombiano cada vez está mas informado, es mas consciente de las diferentes situaciones que se viven en el país y está mas dispuesto a manifestarse de acuerdo con el acontecer y el desenvolvimiento de cada evento en particular.

Los recientes acontecimientos relacionados con el malogrado proyecto de reforma a la justicia, marcaron un punto de inflexión y definieron lo que en adelante será el proceso de análisis crítico y protesta ordenada y contundente, cuando el pueblo considere que las grandes decisiones no están siendo llevadas a cabo en la dirección correcta, o se sospeche de actuaciones inadecuadas, ilegales o manejos chuecos.

No es tan clara la situación sin embargo, cuando la indignación del pueblo está relacionada con hechos violentos, crímenes o situaciones que involucren la vida, la seguridad y la tranquilidad del conjunto de la sociedad. En esos casos nos volvemos dispersos, discriminadores y selectivos, lo que  conduce a que las protestas por estas situaciones parezcan desintegradas, menos efectivas   y a veces queda la sensación de no estarse logrando una verdadera presión que nos lleve a soluciones reales y duraderas.

Esta situación se ha enfatizado con los recientes crímenes de mujeres ocurridos en Bogotá y Cartagena, en los cuales, a pesar de la indignación, no se han logrado movimientos de protesta significativos y contundentes, que den un mensaje de rechazo masivo y unificado que trascienda, impacte e informe a los perpetradores que la sociedad colombiana y sus instituciones están en pie de lucha y serán firmes e inflexibles en no aceptar ningún  tipo de violencia, venga de donde viniere y fuera contra quien fuere. Algunos son los factores que distorsionan y debilitan el sentido de las protestas.

Un primer elemento tiene que ver con la dispersión de las protestas: cada grupo u organización quiere planear su propia protesta, y define sus propias condiciones, lo que genera que la gente se desinforme y en un momento dado se pierda el norte y se vuelven mas importantes los detalles sobre los promotores, fecha y hora que la misma protesta. Esto es mas crítico cuando es el mismo Estado quien interviene y, por decreto, pretende definir como cuando y donde se llevarán a cabo los movimientos, quitándole de paso el elemento mas importante a la protesta, como es la iniciativa y el empuje generados por la indignación y convirtiendo la protesta en una puja de poderes, que se mueve al ritmo de los afectos y popularidad del gobernante convocante.

Otro elemento es a tener en cuenta el relacionado con la selectividad que se viene generando alrededor de la indignación y las protestas de los ciudadanos, manipulados estos casi siempre por los medios de comunicación: Un crimen es mas indignante en la medida en que las circunstancias en que se da son mas impactantes: Un asesinato cometido con sevicia y alevosía concita mas rabia que aquel que no tiene estos elementos. No es lo mismo para la indignación popular el crimen cometido en una pelea de pandillas, que la violación y asesinato cometido en un oscuro parque.

Es igualmente sugestivo de un proceso de selectividad frente al crimen y la indignación, el hecho de que el delito cometido sobre un determinado grupo o condición de la víctima genere mas rechazo que aquel cometido sobre persona no importante o no perteneciente a un grupo u organización: es mas indignante el asesinato cometido sobre mujer, niño o miembro de una minoría o grupo, que aquel cometido, por ejemplo, sobre un hombre no perteneciente a grupo u organización especial. Es igualmente claro, y de eso no quedan dudas, que es mas importante y rechazado el delito cometido sobre persona cercana al poder o que ostente posición ya sea familiar, política o económica, que aquel cometido sobre persona considerada común y corriente. Ejemplos hay muchos: no es lo mismo el secuestro de la hermana del expresidente, que el de un comerciante de Tierra alta.

Muy importante que la ciudadanía en general este adquiriendo conciencia sobre la necesidad de pronunciarse y sentar posiciones frontales sobre los hechos y decisiones que nos afectan. Una buena organización y unidad de criterio y acción serán necesarias, para ser mucho mas efectivos y contundentes.

Artículo publicado el 5 de Julio de 2012

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