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lunes, 11 de marzo de 2013

Cincuenta y dos semanas..


Hace 52 semanas la ciudad de Cartagena se debatía entre la incredulidad y la incertidumbre. A pesar del amplio debate que se dio alrededor de la conveniencia de elegir una persona, cuya única carta de presentación era su gran popularidad, esta fue elegida por un amplio margen y en la primera semana de Diciembre, triunfador y sonriente, decidía quienes lo acompañarían en su gobierno. Sus electores estaban felices y esperanzados, y como siempre, la ciudad tenía una  apariencia astrosa. Calles destruidas, llena de basuras, proyectos retrasados, trancones, inundaciones, mareas altas, y la proximidad de la invasión turística de fin de año. Hoy estamos peor.

El castillo de naipes de la ilusión populista se comenzó a derrumbar con las brisas de Enero y para Semana Santa, ya no había dudas de que las cosas andaban mal. Un gabinete deleznable que se modificaba cada semana y un grupo asesor controvertido y atomizado, todos con ínfulas de mano derecha, pero zurdos a la hora de brindarle sus “sabios consejos” a un Burgomaestre   enredado y ofuscado, que no alcanzaba a comprender la magnitud de sus compromisos, sobre todo, de aquellos adquiridos con un selecto grupo de personalidades de la vida política y empresarial colombiana.

A mediados de año la crisis estaba mas que declarada y, adicional a los problemas de gabinete y asesores, una situación mas compleja puso en evidencia las dificultades de mando y coordinación: el plan de desarrollo nada que se completaba. Los plazos se vencían uno tras otro y, el principal asesor del Alcalde para dirigir la ciudad, cada día se mostraba mas contrariado. El concejo Distrital, casi   que unánimemente, se pronunciaba contrario a los manejos desacertados de la elaboración del Plan de Desarrollo, pero, sobre todo, a las propuestas sospechosas de solicitar beneplácito, para que el manejo presupuestal se hiciera sin los controles y autorizaciones debidas.

La infortunada e imprevista situación de salud del Alcalde, no solo lo privó de las posibilidades de corregir el rumbo y hacer los ajustes que la ciudad le pedía. También sirvió para vislumbrar los primeros celajes de malos manejos, maniobras contractuales dudosas y, lo peor de todo, un interés inusitado de algunos funcionarios para, aprovechando investiduras temporales, pescar en el río revuelto de los contratos empaquetados, otorgados a un solo gestor, que permitirían, que, aun faltando el Alcalde titular en forma absoluta, se garantizaría el flujo de fondos presupuestales, por el resto del período, sin necesidad de mas autorizaciones.

Este panorama macondiano nos llevó a un nuevo e insólito record: somos la única ciudad en el mundo que ha tenido 5 alcaldes en un año. Después del titular, vinieron dos del patio que poco aportaron y a quienes se les atribuyen la mayoría de irregularidades que hoy se investigan. Luego vino el gran MacMáster, el cartacachaco buena papa que tranquilizó a la gente, hizo tres piruetas, se sacudió y se fue para la comodidad del páramo alucinado en donde, según el maestro, Aureliano Segundo Buendía, se extravió buscando a la mujer mas hermosa del mundo.

Por último, después de los tropiezos del fantasmagórico partido ASI, nos llegó el último Alcalde. El Dr. Otero Gerdts, de quien, después de más de un mes solo conocemos: su pasmosa parsimonia para organizar el gabinete. Cada semana ha posesionado un secretario y, cuando pensábamos que había terminado, resultó pidiéndole la renuncia a todos. Su deseo de que el día de las velitas se inaugure el alumbrado navideño de 1700 millones, y las piedras que coge, cuando lo critican, formulan oposición o comentarios adversos, sobre todo si estos provienen de periodistas.  Cójala suave Alcalde.

El hecho de que la ciudad este peor, no me impide recordar que hace 52 semanas, el periodista y amigo Carlos Ardila, me dio la oportunidad de colaborar, con un escrito semanal, en su prestigiosa revista EL METRO. Gracias a Carlos, pero también a quienes han tenido la paciencia de leerme y brindarme sus comentarios, críticas y apoyo, mi objetivo de mantenerme informado en los temas de la ciudad y expresar mis opiniones, se ha hecho una realidad. Gracias a todos.

Artículo publicado el 5 de Diciembre de 2012

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