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lunes, 8 de marzo de 2021

ESA PLATICA SE PERDIÓ

Para los que siguen creyendo que la ciudad va a mejorar, que el año pasado no se avanzó por la pandemia y que hay que darle un compás de espera al alcalde, les tengo una mala noticia: esa platica se perdió.

 

Ya estamos terminando el primer trimestre de este nuevo año, y, al contrario de lo que pudiéramos esperar, la situación antes de mejorar y de mostrar recuperación, empeora cada día más. La mediocracia continúa viento en popa. El desastre del manejo de los peajes, dejó ver la gran cantidad de debilidades que acusa nuestra administración distrital y los peores comportamientos administrativos y humanos de nuestro improvisado alcalde. 

 

A pesar de las constantes críticas y recomendaciones sobre la necesidad de entender que el es, y que debe  actuar como nuestra primera autoridad y líder, el hombre empeora cada día más y a estas alturas del partido ya no solo le han perdido el respeto, sino que se menciona, a voz en cuello en todas las esquinas, que su inseguridad al saberse incompetente para la responsabilidad que se le otorgó, lo lleva a utilizar cada ocasión y cada actuación, como una posibilidad más de engañar y mostrar logros mesiánicos imaginarios y descabellados que adorna con el reality de los videos payasescos y ridículos.

 

Las actuaciones populistas y temerarias al incitar, a sus seguidores y al pueblo en general, a la desobediencia, el caos y la generación de violencia y destrucción, tienen el ingrediente adicional de ser ilegales y de tintes delictivos. La participación entusiasta de algunos de sus funcionarios en estos desmanes, no solo muestra su incompetencia administrativa, sino que los hace cómplices a la hora de enfrentar sus conductas con los mandatos del código penal. El maltrato inhumano y abusivo a que sometió a su funcionario de Edurbe, que trató de prevenirlo del gran error que iba a cometer, lo muestran como un déspota de la peor calaña, digno representante de la estirpe atrabiliaria de los Blacamanes. Ya saben los que quedan en el gabinete, lo que les espera.

 

Mientras esta película continua, cada día más truculenta, la ciudad se viene abajo y se cae a pedazos, no solo desde el punto de vista de su infraestructura física sino, y esto es lo más grave, desde la falta de un direccionamiento estratégico que procure la reactivación de las variables económicas, financieras y sociales, que tanto daño vienen haciendo a las posibilidades de subsistencia de nuestra gente y que nos muestran cada vez más rezagados, en el panorama de las principales ciudades del país. No solamente estamos mal sino, que ya todo el mundo lo sabe, y estos temas ni siquiera se mencionan en la agenda del gobierno, en la que solo tienen cabida la confrontación, la división, la ofensa, el insulto y el llamado al caos generalizado.

 

Basta con escuchar las reflexiones, muy puestas en razón, de nuestros expertos en análisis de las variables de ciudad, para entender con mucha tristeza, nuestra aberrante realidad. Decían recientemente los Dres. Juan Correa y Amaury Julio que, a pesar de ser la Heroica una de las primeras ciudades del país en importancia Portuaria, Industrial y Turística, en la actualidad tan solo ocupamos el puesto 11 en competitividad, según el estudio nacional de competitividad de 32 ciudades del país. Esto debido, obviamente, a nuestra falta de implementación de políticas integrales, sistémicas y con visión de futuro, para el logro de una verdadera articulación de los diversos ámbitos de la competitividad de la ciudad, la falta de modernización del sector público,  la falta de atención a las debilidades en infraestructura de servicios básicos y sistemas de comunicación,  a la nula creación de  estrategias para reducir los costos de algunos servicios públicos y  el no enfrentar los problemas sociales y de desigualdad que presenta la ciudad.

 

Pero esto no es nada si les contamos que ocupamos el puesto 32 en desarrrollo sostenible, debido al increible retraso en los proyectos necesarios para atacar estas debilidades. Como quien dice, lo que nos está pasando no es nada, comparado con lo que se nos viene pierna arriba. Obviamente, eso es muy fuerte para este gobierno emparapetado, atolondrado y sin rumbo. 

 

Por lo pronto, ya sabemos que este año, con el panfleto del plan de vacunación, tampoco se hará nada y el comienzo de año así lo muestra. El año entrante es año electoral, con ley de garantías y demás juguetes  y claro, tampoco se podrá hacer nada. Como quien dice: apaga y vamos. Repito: esa platica se perdió.

 

Según Alain Deneault, la mediocracia que es el gobierno de los mediocres, se ha consolidado como una clase dominante, paradójicamente, al servicio del poder.


Marzo 7, de 2021

domingo, 28 de febrero de 2021

¿HASTA CUANDO?

En diciembre de 2012, el Procurador General de la Nación destituyó e inhabilitó para ejercer cargos públicos por 15 años, al entonces alcalde de Bogotá. La razón: según la investigación de la procuraduría, el alcalde le había entergado el servicio de aseo a dos entidades sin ninguna experiencia.

 

Adicionalmente, el procurador tuvo en cuenta: la compra de carros compactadores de basura que, según el,  no cumplían los requisitos técnicos y de operabilidad,  y la posibilidad de que se hubiera puesto en peligro la vida de ciudadanos, por lo que representaba el caos de basuras sin recoger.

 

Ese mismo año, unos meses antes, en octubre,  La contraloría General de la Nación, había solicitado la suspensión inmediata del alcalde de Cartagena, Campo Elías Terán Dix, de su secretaria de Educación, y dos funcionarias más, por presuntas irregularidades en el contrato para el aseo de las escuelas públicas distritales, celebrado con la empresa Chemical Products, con un valor de $5.893 millones. Aunque el proceso de responsabilidad fiscal, contra el alcalde Terán y sus funcionarios, fue posteriormente cesado por la propia contraloría, este no pudo regresar al cargo, ya que había renunciado en abril de 2013, a consecuencia de una grave enfermedad que padecía.

 

En el mes de Mayo de 2017, La Procuraduría General supendió por tres meses a Manuel Vicente Duque, a la sazón alcalde de Cartagena, como medida cautelar en el marco de un proceso disciplinario en su contra. El Ministerio Público tomó la decisión mientras se investigaban las irregularidades en el control y seguimiento de las construcciones de la ciudad. Posteriormente, en octubre de 2017, Duque firmó la carta de renuncia en la cárcel para funcionarios públicos del municipio de Sabanalarga, en donde permanecía recluido desde hacia algún tiempo, tras ser acusado de corrupción por la elección irregular de la contralora distrital, Nubia Fontalvo.

 

Estos son apenas tres casos que  muestro, por ser muy conocidos, emblemáticos y que tuvimos ocasión de vivir a fondo en sus momentos. Más allá de si eran reales o imaginarios, de si se probaron o no los presupuestos con que se sustentaban las acusaciones y de si se hizo justicia o no, lo cierto es que muestran una gran dinámica de los entes de control, frente a denuncias en el área de la gestión de los alcaldes elegidos popularmente. Todos recordamos la velocidad con que se supendieron a estos alcaldes y con que se realizaron los procesos que definieron el curso de acción de las investigaciones.

 

Pero esto apenas es una muestra: El 13 de marzo de 1988 Colombia eligió por primera vez, mediante voto popular, a sus alcaldes, ya que hasta esa época, los mandatarios municipales eran designados por el gobernador, quien a su vez era escogido por el presidente de la República. En los 30 años larguitos que lleva esta elección, la Procuraduría ha sancionado 7130 alcaldes. De estos 2500 fueron suspendidos temporalmente y un total de 1.100 mandatarios no pudieron terminar sus administraciones  al ser castigados disciplinariamente con la destitución.  De hecho, un estudio de la Misión de Observación Electoral (MOE) , también dio cuenta de que de los 679 dirigentes políticos condenados entre 1991 y 2017 por corrupción, el 65% eran alcaldes.

 

Varias conclusiones se derivan de estas cifras: No es cierto que en Colombia no se sancione la corrupción y mucho menos que los entes de control solo se hayan fijado en el actual alcalde de Cartagena. Tampoco es cierto que la Procuraduría es un ente paquidérmico y politizado,  ya que la velocidad y eficacia, con que han investigado históricamente, gente de todas las pelambres políticas, es proverbial y, por último y más importante, es que los entes de control han hecho respetar la institucionalidad y protegido a la ciudadanía de la arbitrariedad, las violaciones y los manejos indebidos de gobernantes. El alto porcentaje de corruptos condenados así lo indica.

 

Lo que nadie entiende entonces es porque, a estas alturas del partido, no ha sido destituido, o al menos suspendido,  el alcalde de Cartagena,  a quien se le han probado objetivamente: vías de hecho, como la cometida en el caso de los peajes, malos manejos contractuales y corrupción financiera y admistrativa, además de multiples delitos de injuria y calumnia. La primera versión dice que hay un partido político poderoso de gobierno, que apoya la continuidad del alcalde, para así seguir medrando en la ignominia y apoderarse del poder local. La segunda establece que los entes de control quedaron aburridos con respecto a las posibilidades de sanción a elegidos popularmente, despues de que la Corte Interamericana, interviniera en el caso Petro. 

 

Sea lo que fuere que está ocurriendo, ojalá que la nueva procuradora acoja las recomendaciones de su antecesor Carrillo,  deje de tirarse de los “cabellos” y se decida a liberarnos pronto de la pesadilla zambiloca.

 

Como dijo la escritora Gianina Braschi: “Yo he sido adivna. En otros tiempos le adiviné el futuro a los bufones y a los locos.”

 

https://es.wikipedia.org/wiki/Rodolfo_Diaz_Wright 

 

 

 

 

 

 

 

 

domingo, 21 de febrero de 2021

COMPARACIONES OBLIGATORIAS

La parafernalia, el show mediático y todo el despliegue de tonterías, realizados por el gobierno colombiano para la llegada, transporte y aplicación de 50000 dosis y que nos ubica en el primer lugar entre los países más lobos del mundo, contrasta con la seriedad, la planeación y la organización con que Chile se aproxima a sus 3 millones de inoculados.  

 

En tan solo tres semanas, el país austral ha logrado posicionarse con la quinta tasa de vacunación más alta del planeta, con 12.3 vacunados de primera dosis, por cada 100 habitantes, al lado de Israel, Emiratos Árabes Unidos, El reino Unido y Estados Unidos. A este ritmo, no hay duda que para finales de marzo alcanzarán la cifra de 5 millones de inmunizados y, para mediados de año, la increíble meta del 100% de vacunados, cuando se hayan aplicado los 38 millones de dosis, que desde hace rato tienen a buen recaudo, en las Santa Bárbaras de la planeación y la gestión silenciosa, pero efectiva, del Dr. Enrique París, Ministro de Salud de Piñera.

 

Hace tan solo nueve meses, junto con Perú, Chile había alcanzado la tasa de contagios más alta de mundo, de acuerdo con las estadísticas de la Universidad de Oxford. Pero los chilenos aplicaron aquello de que: “cuando hay problemas no se llora y mucho menos se hacen shows. Se planea”. Utilizando la ventaja de ser uno de los países en América Latina, mejor posicionados para hacer negocios, definieron una estrategia multifrente a través de la cual adquirieron tres paquetes de dosis de vacunas con cada uno de los tres laboratorios que trabajaban en el desarrollo del inmunizante: 10 millones de dosis a Pfizer/BioNtech; 10 millones de Sinovac y las restantes hasta completar 38 millones a Covax (OMS), Johnson & Johnson y Astra Zeneca.

 

Como en el viejo cuento del viajero al que todo el mundo le hacía encargos, sin darle el dinero, los chilenos adelantaron los pagos por lo que solicitaban y fueron los primeros en pitar. Fueron los primeros en recibir las dosis pagadas y para complementar su gestión estratégica, se dedicaron, durante la espera, a convertir todo espacio público disponible y utilizable en puesto de vacunación: parques, colegios, salones comunales, universidades, plazas, consultorios y, desde luego clínicas y hospitales, fueron debidamente adecuados. Hoy con sus más de 3500 puestos perfectamente dotados, aplican un promedio de 165000 dosis diarias, que explica el porque de tan asombrosas e impactantes cifras de nuestros callados y humildes vecinos. El plan de vacunación es tan prolijo y seriamente estructurado, que el propio presidente Piñera concurrió el viernes 12 de febrero, hizo su cola y se vacunó como cualquier parroquiano, el día dispuesto para las personas, en condiciones normales, con 71 años de edad. 

 

Aunque le moleste a un reducido número de colombianos, de vez en cuando es necesario que hagamos este tipo de comparaciones, que, a primera vista, pueden parecer odiosas, pero que en realidad solo vienen a mostrar el estado de postración administrativa y de liderazgo, que padece nuestro país y nuestra dirigencia. La situación colombiana fue prevista por analistas y observadores y al comprobar el pésimo manejo que se le estaba dando a la pandemia y su control, fue unánime el pronunciamiento en el sentido de que se trataba de una treta de malos gobernantes. Exactamente la estrategia número dos, que consiste en generar problemas, para luego aparecer como salvador ante la protesta y el sufrimiento de pueblo. El show de caravanas, selfies, y videos frívolos, no es más que el reclamo de vítores, que exige el superhéroe vencedor.  Como decía el filósofo santandereano: La embarran y luego se bañan con el barro.

 

No es de extrañar entonces, que a tan solo dos años largos de iniciado el gobierno, ya se esté revolviendo el cotarro político territorial, en el que parece que, finalmente, los exgobernadores y los líderes regionales, van a asumir la posición histórica que les corresponde, en la lucha sin cuartel y a ultranza, en procura de lo que nos pertenece.

 

P.D. Desde lejanas tierras se escuchan los lamentos de náufragos de los pobres habitantes de la Fantástica y se observan las aspas de luces de los faros de la desgracia, que han sentado sus reales sobre la heroica. El déspota alucinado continúa dando palos de ciego, mientras una pequeña parte de las barras aplaude y la otra se retuerce irritada, pero impotente ante el espectáculo.


https://es.wikipedia.org/wiki/Rodolfo_Diaz_Wright

lunes, 15 de febrero de 2021

GOBERNANTES DESASTROSOS

En la historia de la humanidad no escasean los gobernantes desastrosos, hay tantos que es dificil escoger, y aunque esta lista podría completarse  fácilmente, solo con personajes colombianos, también hay que darles cabida a algunos de otras latitudes. De hecho hay quien asegura que en esta lista existen personas que bien podrían haber salido directo del manicomio, al cargo de gobierno para el que fueron elegidos.

 

Aunque no lo creamos,   el más delirante y loco de la historia todavía está entre nosotros, y no se trata del que todos estamos imaginando. No, no, ese es un caso aparte. Se trata de Yahya Jammeh, que se hace llamar «Su Excelencia el Presidente Jeque Profesor Alhaji Doctor Yahya Abdul-Aziz Jemus Junkung Jammeh», y gobernó Gambia tras un golpe de estado en 1994. Aunque fue sacado a rastras del cargo en 2017, aun se sigue haciendo llamar su excelencia y sosteniendo que cura el Sida y la infertilidad femenina, por pura inspiración mágica. 

 

Sean de Gambia o sean colombianos, lo cierto es que estos desastres se parecen el uno al otro, y si miramos sus actuaciones encontraremos que todos operan bajo un patrón casi identico: Prepotentes, autocomplacientes, vulgares, indolentes, indisciplinados, e imprudentes. Casi nunca pueden explicarse como llegaron al cargo, para el que nunca se prepararon, lo que los hace temerosos de ser removidos o revocados. Sufren delirio de persecución y el tiempo que deberían dedicar a la gestión para la que fueron designados o elegidos, lo dedican a pelear, insultar y defenderse de enemigos imaginarios y a crear cortinas de humo y situaciones en las que mantienen vigencia, mediante el populismo y la manipulación de una cáfila de aduladores ingenuos y desorientados.

 

Tan pronto descubren su incapacidad para enfrentar el problema en que se metieron, inician una vieja estrategia para impedir que el público se interese por los problemas esenciales de la ciudad o el país. Se trata pues de mantener la atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivados por temas sin importancia real. Se la pasan haciendo videos y escribiendo en las redes,  sobre temas frívolos, con terminología equívoca y sospechosa que incita a la recocha y el desorden: Como cuando el presidente dice “lo  querí” y duramos dos semanas riéndonos, mientras nos olvidamos que no tenemos vacunas para el Covid. O como cuando el alcalde se sube a un tractor de juguete, para amenazar a sus opositores con quitarse un yeso de utilería que lleva puesto, y de inmediato comienza el perrateo que nos hace olvidar que la ciudad se cae a pedazos. Se trata de convertir el día a día de la administración en un reality show, donde el que haga más locuras es el más popular.

 

Cuando esta estrategia se les desgasta recurren al peor de todos los métodos: Crear problemas o situaciones que inciten al público a exigir soluciones, para luego aparecer como salvadores proponiendo las soluciones que todo el mundo pide. No comprar las vacunas a tiempo es un problema creado por la propia administración, administración que luego de que el pueblo suplique y proteste, finalmente traerá las dichosas vacunas y muy seguramente el presidente aparecerá sonriente, pidiendo reconocimiento en televisión como si fuera el gran estadista salvador. O como cuando un alcalde hace la embarrada de ordenar no pagar unos peajes que el mismo validó y prorrogó y logra que la gente proteste pidiendo no más peajes, para luego de formado el bochinche, salir a hacer arreglos piratas para resolver el problema y aparecer como salvador. Son estrategias caza bobos, que casi siempre son aplaudidas por el grupo de seguidores que el gobernante desastroso utiliza, para sus fines populistas y de evasión de sus responsabilidades.

 

Es muy común en estos personajes funestos, hacer a cada instante  videos de autocomplacencia, para pedir aplausos y reconocimiento al grupo de bobazos que lo sigue a todos lados,  y donde aparece como el gran solucionador de la gran embarrada que el mismo cometió y que en medio de su desorden mental cree que ya a todos se nos olvidó.

 

Reflexionando con  el gurú y politólogo, Noam Chomsky: No escuchar principios básicos de buen gobierno. Consolidar el esquema de nosotros los buenos y ellos los malandrines. Gobernar con fiigurones de segundo nivel para acallar el debate interno, silenciando la argumentación y la deliberación. No escuchar al ambiente externo porque se lo imagina lleno de gente mala e ignorante. No aceptar que hay un conocimento creativo y productivo. He ahí las causas de los errores de los gobernantes desastrosos.

 

Como dijera Albert Camus: en política, son los medios los que justifican el fin.


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martes, 9 de febrero de 2021

DESDE EL AIRE

Solo cuando volaba, como sardina en lata, a treinta y cinco mil pies de altura, sobre el triángulo de las Bermudas, fui por primera vez consciente del tamaño de la tragedia de mi pobre Cartagena y de sus habitantes. Estaba tan concentrado en ese raro distanciamiento social de 15 centímetros, propio de la clase económica, que no me había detenido a pensar en el desastre que había dejado atrás en mi apresurada huida.

 

Había podido por fin salir en forma rápida y segura de mi país, gracias a la ayuda de mi familia, algunos amigos y al respaldo de un grupo de agentes de policía, que, por instrucciones de sus superiores, no se habían despegado de mi lado, desde el mismo momento en que comenzaron las amenazas. Viviendo en Colombia era apenas normal escuchar hablar de gente que debía abandonar el país por amenazas de muerte. Lo que jamás te imaginas, es que algún día seas tu el amenazado. “En Colombia las amenazas de muerte hay que tomarlas en serio”.

 

Pero quizá lo más sorprendente e inexplicable de esta situación, es que este tipo de actividad criminal se haya dado precisamente en Cartagena y probablemente llevada a cabo por cartageneros. Nadie su hubiera imaginado nunca que en Cartagena: la cuna de la independencia, patrimonio de la humanidad, la tierra amable y cálida, de gente solidaria, donde todo el mundo quiere estar y disfrutar, se dieran este tipo de conductas, y que además su ocurrencia se esté volviendo sistemática y un nuevo rasgo de un determinado conglomerado social, direccionado por pseudolíderes alucinados, ignorantes y vocingleros.

 

El sicariato moral virtual, que venía siendo práctica habitual de un grupo de personas conocidos como los bodegueros, muy rápidamente se ha convertido en una realidad tangible, fácilmente comprobada y documentada, de la que viene siendo   víctima propiciatoria todo aquel que se arriesgue a opinar, disentir o manifestar oposición al régimen obtuso e inepto, que gobierna nuestra noble e ínclita ciudad. Caracterizados en una turba vociferante, insultante y agresiva, se pasean como pedro por su casa, por toda la ciudad, enseñando su patente de corzo impresa en las camisetas estampadas y en el discurso injurioso y enajenado, con el que han sido manipulados por su mesiánico y atrabiliario patrón.

 

En una de sus tantas e importantes apariciones Martin Luther King expresó con mucha sabiduría que le preocupaba el grito de los malos, de los violentos, de los desadaptados, pero quizá más le preocupaba el silencio de los buenos. Esta lapidaria cita parece como hecha a la medida para la situación que vivimos en la heroica. Mientras un funesto y luciferino personaje hace de las suyas, y utiliza el poder conferido por la democracia, contra sus propios conciudadanos y la misma democracia, otro importante grupo de ciudadanos que se hacen llamar ostentosamente fuerzas vivas de la ciudad, hacen mutis por el foro y su pasividad expectante recuerda a Bertrand Russel, quien manifestaba que el miedo colectivo, estimula el instinto de manada y tiende a producir ferocidad contra aquellos que no son considerados sus miembros.

 

Esta pasividad histórica que hoy campa por sus fueros en el corralito de piedra, es la que ha permitido que tradicionalmente hayamos sido los olvidados del famoso triangulo de oro, que maneja a su albedrío los destinos del país y que, en la repartición de recursos, poder y decisiones, nos ha dejado en el triste y deshonroso último lugar. En una especie de capitis diminutio del derecho romano, que complementan muy bien, enrostrándonos cada vez que pueden nuestra carencia de líderes y visitándonos regularmente para ser atendidos a cuerpo de rey y darnos condescendientes instrucciones sobre que, como y cuando debemos hacer nuestras cosas.

 

El movimiento Cartagena Corrige, ha recibido un duro golpe y el hecho de que uno de sus integrantes haya tenido que abandonar a medianoche, su familia, su casa, su país, es una clara muestra de la dimensión de nuestro infortunio. Para aquellos que encuentran solaz en este hecho, les tengo una mala noticia: esto no es el fracaso de un reducido grupo de ciudadanos que, en un momento dado decidió ejercer un derecho constitucional, este es un llamado de atención sobre los peligros que se ciernen sobre, la democracia, el Estado Social de Derecho, las garantías fundamentales y el ejercicio de los derechos civiles. Hoy parece algo anecdótico e intrascendente, quien sabe que vendrá después.

 

Como decía el coronel: los sátrapas no solo tienen que ser castigados por los anacronismos y arbitrariedades de su régimen, sino también por faltarles al respeto a personas que no se meten con nadie. 


https://es.wikipedia.org/wiki/Rodolfo_Diaz_Wright

domingo, 31 de enero de 2021

PERDIÓ EL AÑO

Ya pasó el año de aprendizaje y de primiparadas, y parece que nuestro pintoresco burgomaestre lo perdió, porque definitivamente fue muy poco lo que aprendió, a menos que consideremos aprendizaje, hacer videos groseros, o mantener la ciudad convertida en una guachafita sin fin.

 

No aprendió, por ejemplo, que existe un viejo aforismo en derecho que dice: “dame las pruebas y te daré el derecho”, que no es ni más ni menos el que establece que, usted no puede andar por ahí pendejeando y acusando, si no tiene pruebas que lo demuestren. Pierde el tiempo quien acusa sin tener pruebas y, lógicamente, queda como un zapato, cuando es obligado por los jueces a retractarse públicamente, después de haber sido acusado él, de injuriar y calumniar. Nuestro alcalde, no solo incurrió en esta perdedera de tiempo una, sino varias veces, lo que indica a las claras que además y, a pesar de ser abogado, es un pésimo aprendiz.

 

Tampoco aprendió que, tan importante como buscar agencias cazatalentos para escoger a su gente es, que los seleccionados tengan el perfil y cumplan además los requisitos exigidos por el manual de funciones, a fin de que aporten las competencias e idoneidad que exige el cargo para el cual se designan, cargo que además lleva aparejada una remuneración importante. Las estrambóticas y frustradas contrataciones de una “zarina anticorrupción” y de una “primera dama”, mostraron a las claras que la tan cacareada agencia cazatalentos o no existió o no sabía de que se trataba el encargo.

 

Lo más extraño es que estas exfuncionarias, al igual que el alcalde, todavía  no han caído en cuenta, que ya la campaña acabó y que ahora toca es gobernar y trabajar y se las ve, día y noche, armadas de pancartas y megáfonos, en la triste y decadente labor de dirigir a los 4 gatos, que aun siguen tratando de convencer a la gente de las “calidades y competencias” de un alcalde, que nunca entendió que el presupuesto era para gastarlo y después de un año solo atina a decir que era que estaba aprendiendo.

 

Y quizá lo peor de todo, es que, a pesar de ser un eminente abogado Rosarino, nunca alcanzó a comprender que solo las sentencias ejecutoriadas, son decisiones finales, adquieren firmeza ejecutiva y hacen tránsito a cosa juzgada. Los autos de trámite, solo son providencias que sirven para darle impulso al proceso y, por supuesto, no tienen ningún carácter definitivo. Así que también se rajó, al cometer el dislate de salir temerariamente a ordenar suspender el pago de peajes y a encender la mecha de la insurrección, el desorden, y la violencia cuando aun no había una decisión final sobre el contrato que el mismo había prorrogado días antes. Ante el bochinche de hoy, ya hay gente que dice que preferiría seguir pagando peajes a vivir esta tragedia diaria.

 

En lo que si destacó fue en su objetivo de mantener su popularidad, gracias a su talante perrateador, burlesco, histriónico, dicharachero e irrespetuoso. Claro que parece que no se pilló que también son populares los cantantes, los deportistas, los humoristas, y que eso no les basta para que anden por ahí queriendo ser alcaldes. Como decía mi abuelo, cada cosa tiene su gente y la verdad, por muy popular que el hombre sea, de alcalde más bien pocón, pocón. Ser alcalde no es un concurso de popularidad, sino el ejercicio serio y responsable de un deber ciudadano, para el cual se debe estar preparado antes de lanzarse a la aventura de pedir el favor popular para ser elegido. Ser alcalde es un honor y una dignidad que exige unas excepcionales condiciones profesionales, personales y humanas.

 

Una alcaldía no es como esas bicicletas de niños, que vienen con rueditas a los lados mientras el niño aprende. Los alcaldes tienen que venir aprendidos, preparados y listos para iniciar una gestión productiva y de calidad desde el primer día. Es la propia constitución de todos los colombianos la que le da un año de plazo para cumplir su propuesta programática y nos da el derecho muy respetable a los ciudadanos, de solicitar su revocatoria en caso de incumplimiento. No existe el año de aprendizaje ni las primiparadas.

 

El próximo martes a las 2 y 30, será la audiencia de revocatoria, en donde no uno sino tres comités, les darán las sobradas razones que existen para proponerle a los cartageneros, que aprovechemos esta oportunidad constitucional y legal para corregir el rumbo: no podemos conformarnos con este desastre que estamos viviendo: Cartagena merece Mucho más.


https://es.wikipedia.org/wiki/Rodolfo_Diaz_Wright 

 

domingo, 24 de enero de 2021

LOS MALOS EJEMPLOS

En una ocasión leí una historia de un caballero que llegaba al peaje y pagaba el valor correspondiente a su vehículo, más el del vehículo que venía detrás. Cuando fue interrogado sobre las razones de esta acción, el hombre manifestó que lo hacía para ver las reacciones de la gente, cuando recibía un regalo inesperado.

 

El tema corresponde al análisis de “la Ley del Dar”, incluida dentro de las 7 leyes espirituales del éxito de Deepak Chopra y estoy convencido que, fuera de este señor del ejemplo, a nadie más en el mundo le gusta pagar peajes, y mucho menos por duplicado. Esto deja claro un hecho incontrovertible y fuera de cualquier discusión: En Cartagena, con la sola excepción de quienes los cobran, nadie ha querido, ni querrá jamás los dichosos peajes. Ese no es el debate.

 

Recordaba anoche con mi amigo "el pacifista", el episodio ocurrido la noche del 9 de noviembre de 1989. Después del “Derribe este muro señor Gorbachov”, de Ronald Reagan en junio de 1987, se había permitido con muchas restricciones el paso de Alemania del este al oeste y esa noche, se anunciaban en rueda de prensa medidas al respecto. Un periodista italo-judio de apellido Ehrman, que llegó tarde, solo alcanzó a medio entender en el estropajoso alemán, que habría paso hacia el oeste. Cometió la locura de interrumpir para preguntar que desde cuando era el paso y el portavoz ario, enojado, lo miró y gritó: ¡¡a partir de este momento carajo!! El hombre todavía asustado salió y trasmitió la noticia que, en segundos, le dio la vuelta al mundo: desde esa noche se abría el paso por el muro de Berlín. La gente se lanzó sobre el muro y el resto ya lo sabemos.

 

No se si el  auto del Despacho del Contralor Delegado Intersectorial 11, de la Unidad de Investigaciones contra la Corrupción de la CGR, en el que se dispuso vincular, en calidad de presuntos responsables fiscales, a quienes tenían tal condición en la Concesión vial de Cartagena S. A., desde septiembre de 2017, estaba en alemán o quienes lo leyeron, solo miraron el pedacito en el que se mencionaba lo del presunto detrimento patrimonial y posible logro del TIR. Este tan solo era un auto de trámite para vincular a unos funcionarios al proceso, recaudar pruebas en cumplimiento del debido proceso y las garantías procesales y  seguir con las demás etapas del juicio fiscal. No era una sentencia definitiva, notificada y ejecutoriada, despues de los correspondientes recursos de ley. Tampoco  era una orden de finalización de la concesión.

 

Todos recordamos que hace tan solo 10 días, fue el propio alcalde quien llegó a un acuerdo con la concesión, para que esta continuara, sin cobrar aumento en la tarifa para este año. Como siempre el Alcalde salió a posar, alardear y a pedir aplausos a sus simpatizantes por tan contundente triunfo, aunque no faltó quien, con mucho sentido, le hiciera caer en la cuenta de que, en realidad, lo que había era dado su aquiescencia tácita, para prorrogar la concesión.  No se entiende entonces como, sin mediar orden alguna y sin finalizar el juicio fiscal iniciado en buena hora por un grupo de ciudadanos en 2017, sale a incitar a sus seguidores y a la ciudadanía, con una solicitud a todas luces populista y demagógica, de suspender el cobro del peaje, lo que viene generando una situación de caos y violencia, a todas luces ilegal y de tintes delictuales, asonadas que antes que poner fin al problema, están generando otros, de consecuencias impredecibles para el distrito y para la lucha que se venía dando para dar fin al cobro de peajes.

 

No se entiende como, la misma autoridad que no cumplió una orden de un Ministerio y otra de la Policía, para derribar un edificio situado en espacio público, alegando que no había orden judicial, ahora sin orden alguna dan por terminado un contrato, sobre el que hay un juicio fiscal en curso y que el mismo prorrogó apenas hace unos días. Más allá del deseo de todos los cartageneros de que los peajes acaben de una vez por todas, está la institucionalidad, la ponderación y el buen ejemplo de acatamiento de leyes y cumplimiento de los deberes ciudadanos, que debemos dar todos.

 

Flaco favor le hace a la ciudad, el grupo que, en forma plausible, venía realizando el proceso fiscal contra la concesión desde 2017, al dejarse manipular y convertir un proceso institucional legal y bien manejado, en una guachafita y un caos. El delito de asonada está tipificado en nuestro ordenamiento penal bajo el número 469 con penas hasta de 3 años.

 

Como dicen por ahí: “lo que hicieron con las manos, lo están borrando con el codo”.


https://es.wikipedia.org/wiki/Rodolfo_Diaz_Wright