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domingo, 23 de mayo de 2021

YA ESTÁ BUENO

Así como la ciudadanía cartagenera está decepcionada del tremendo descache en que incurrió, al elegir a un alcalde improvisado, bisoño y desconcentrado, nos imaginamos que el señor alcalde también debe estar mamado, aburrido y frustrado, al comprobar que la vaina no era soplar y hacer botellas y que no tenía ni la más remota idea del lio en que se iba a meter.

 

Después de las primeras escaramuzas en las que lució populachero, dicharachero y atrevido y que le valieron una relativa notoriedad y hasta el aprecio de algunos sectores favorecidos con sus primeras medidas, el hombre comenzó una  dura lucha, contra los grupos  ciudadanos que no le comieron del cuento, que no tragaron entero el sainete de su famélico programa de gobierno y una carrera contra el tiempo, enemigo natural de los mandatarios sin planes, sin programas y sin la estructura de gobierno idónea y adecuada para sacar adelante una ciudad, por el y por todos conocida, por sus grandes problemas y deficiencias administrativas estructurales.

 

Muy pronto se notó que no tenía “nada en la bola” para ejercer el cargo del que se había antojado, que no estaba preparado, que no tenía plan estratégico, objetivos y metas y que la improvisación, el día a día, el corre – corre, el corta y pega y el vuelve y juega, eran y siguen siendo la forma en que se maneja la ciudad. Para colmo de males, el hombre se creyó el cuento de que era un genio de la política, que se las sabía todas, que no necesitaba de nadie, y, la poca ayuda que podía recibir de gremios, academia, sociedad civil, y sus propios colaboradores, fue rechazada sistemáticamente, hasta el punto de que nada ni nadie le servía y terminó quedándose prácticamente solo, acompañado de un pequeño grupo de áulicos, bien pagos que le acolitan y festejan todas sus actuaciones y desafueros.

 

Es obvio que, al no saber que hacer con el gobierno y con sus compromisos legales y constitucionales como alcalde, comenzó a sobrarle el tiempo para dedicarse a otro tipo de cosas, que el, en su ignorancia, consideró unos sucedáneos propicios de lo que debería ser el gobierno efectivo y responsable de la ciudad. Se dedicó a la confrontación verbal, con casi cualquier sector de la ciudad que observara el devenir errático del gobierno, refinó el manejo de las redes sociales, a través de bien pagas y bien entrenadas cuadrillas, atentas al matoneo y descalificación de los adversarios y le cogió el gusto al populismo barato a través del discurso prosaico, la chabacanería y las actuaciones bufonescas, encaminados todas a cautivar incautos y mantenerse vigente, medrando en la ordinariez y el perrateo.

 

El primer revés fuerte lo recibió, cuando la ciudadanía comenzó a hablar de la revocatoria de su mandato y, rápidamente, se inscribieron tres comités que agrupaban una parte importante de la ciudadanía. En las audiencias de revocatoria, programadas por la Registraduría y el Consejo Nacional Electoral, se escucharon por primera vez las grandes verdades sobre el desastre de su gobierno y, se dejó ver el talante pendenciero y peligroso de su grupo de seguidores, quienes no se escondieron, para perseguir y amenazar de frente a los promotores de los comités de revocatoria. Las cartas se destaparon y, si no hubiera sido, por el rechazo providencial del gobierno central a las revocatorias y su negativa a expedir los formularios, con pretextos de bioseguridad, hoy, el alcalde de Cartagena, sería el candidato número 1 a ser revocado.

 

Muy rápidamente se demostró que, sin plan de gobierno, sin plan de desarrollo, sin gestión y acompañado de un equipo asustadizo, complaciente y sumiso, no íbamos para ningún Pereira. Los problemas persistentes de la ciudad, que con un ojo dormían y con el otro observaban el despelote, no se dejaron esperar y para acompañar al pésimo manejo de la crisis sanitaria generada por el Covid, aparecieron los Peajes, apareció Transcaribe y se mostraron en todo su esplendor, el abandono y la desidia propios de una ciudad sin gobierno. El gabinete de ensueño, seleccionado por los mejores cazatalentos del planeta, comenzó a irse por el despeñadero y la ciudad se resignó a su destino bíblico de macondo en su última noche.

 

Hoy ya no quedan dudas a nadie de que nuevamente la embarramos, pero esta vez con C mayúscula. Lo peor de todo es que esto, parece no importarle a la ciudad, a sus instituciones ni a sus líderes. Lo mejor que puede pasarnos es que Dau se vaya, ya sea que lo revoquemos si el gobierno al fin nos deja, o que uno de los entes de control lo destituya o, la mejor de todas, que se vaya por su cuenta. Sería esta, quizá, la única acción que el pueblo cartagenero le agradecería de todo corazón.

 

Este es un buen momento para recordar que: “El hecho de que el cielo esté nublado, no quiere decir que las estrellas se murieron”.

 

P.D. Definitivamente los tres mejores puntos de vacunación contra Covid, de los cartageneros son: Miami Dade College, The Jackson Memorial y The Florida health Distric Center. 


CARTAGENA MAYO 23 DE 2021

domingo, 15 de noviembre de 2020

CARTAGENA CORRIGE

La democracia norteamericana, una de las más viejas del mundo moderno, está de fiesta, riéndose y burlándose entre dientes del mono Trump, quien, con el gallinazo de la derrota, encaramado en su hombro, no entiende como ciudadanos comunes y corrientes se le enfrentaron, armados tan solo de voluntad y deseos de corregir lo que consideraron fue una pésima decisión en su momento.

 

De nada le valió su poder político ni económico, para parar la hecatombe que se le venía encima y, voto a voto, condado a condado, el pueblo le reafirmó que se cansó de sus arrebatos, de su prepotencia, del discurso disociador y excluyente de un hombre con talento para el odio, que  es incapaz de reconocer o identificarse con los sentimientos y las necesidades de otras personas y que usa la mentira para apuntalar su odio y su despotismo hacia quienes, en su narcisismo, considera inferiores: "la abrumadora cantidad de crímenes violentos en nuestras principales ciudades es obra de negros e hispanos", decía engreido y altivo, poniendo la misma boca de pato  que ponían las jóvenes al tomarse una selfie.

 

Los propios medios de comunicación de ese país, le dieron un verdadero golpe de autoridad y, en una decisión controversial pero histórica y definitiva, le cerraron sus micrófonos, cuando pretendía incendiar el país, convocando a la desobediencia y el caos, utilizando la calumnia y la mentira en favor de sus  pretensiones y caprichos. 

 

Buen ejemplo el de los norteamericanos, que deberíamos seguir quienes, en otras regiones del mundo, como la Heroica, nos descachamos eligiendo personajes que, a pesar del apoyo y la paciencia de la ciudadanía, finalmente salieron con nada, no tienen los “pergaminos”, incompetentes, sin planes ni programas y con una catadura atrabiliaria y pendenciera, que dista mucho de lo que  debe ser y parecer un verdadero alcalde.

 

En mi más reciente columna, aclaraba que, afortunadamente nuestra democracia, permite corregir estos errores electorales, al menos para mandatarios locales, tales como alcaldes y gobernadores, antes de que las cosas empeoren o el daño sea irreparable. La reacción no se hizo esperar y muchos amigos, preocupados por nuestro futuro, me han pedido, no solo que explique en que consiste el proceso, sino que lidere y tramite la revocatoria del actual burgomaestre de Cartagena, ante las autoridades correspondientes.

 

Quiero informarle a todos, que gustosamente acepto su petición y que a partir de hoy iniciamos la conformación del comité de la revocatoria, que se llamará CARTAGENA CORRIGE y para el cual ya se han vinculado un importante grupo de amigos de la ciudad. De paso les explico que la revocatoria  del mandato es un derecho político, contenido en la Ley 134 de 1994, por medio de la cual los ciudadanos pueden dar por terminado el mandato que le han conferido a un gobernador o a un alcalde, cuando exista insatisfacción general de la ciudadanía frente a la labor del mandatario, o se presente incumplimiento del Programa de Gobierno.

 

Es claro que en el actual caso, no solo no se ha cumplido el presunto Programa de Gobierno, en cuanto a acabar con la corrupción y la pobreza, sino que además, hay insatisfación por la desastrosa labor del alcalde, en los aspectos de gestión, planeación y ejecución del Plan de Desarrollo, y por el lamentable estado en que se encuentra la ciudad: inseguridad, insalubridad, descontrol en todos los sectores, inundaciones, la malla vial destruida, bloqueos y protestas, todo enmarcado en un comportamiento y unas acciones grotescas, indecorosas y muy  alejadas de lo que se esperaría de la primera autoridad de la ciudad.

 

La cereza que le faltaba al postre, se la puso el mismo alcalde, en reciente presentación pública en la que afirmó, en forma abusiva e insultante, que los profesionales cartageneros no reunen las condiciones, ni tienen los pergaminos, para asumir cargos de responsabilidad en la administración. Que para los cartageneros están disponibles solo los cargos de obrero.

Muy seguramente estos altos cargos, estarán reservados para las estrellas recomendadas de las familias Araujo o Char, quienes parece son siempre bienvenidos. 

 

Le informamos alcalde, que a partir de hoy, para nosotros será un  honor,  trabajar como obreros, sin descanso ni dominicales, en los trámites que nos lleven finalmente a lograr la revocatoria de su mandato y que lo devuelvan a su trabajo de buitre gringo con pergaminos, de donde nunca debió salir.

 

El 2 de enero de 2021, inscribiremos el comité, ante la registraduría, e iniciaremos la recolección de las 34100 firmas. El Dalai Lama siempre la ha tenido clara: “Cuando te das cuenta de que has cometido un error, toma medidas inmediatas para corregirlo”.


https://es.wikipedia.org/wiki/Rodolfo_Diaz_Wright