No luce muy bien el
Presidente Santos, en las primeras escaramuzas de su segundo mandato. Solo ha pasado algo más de un mes desde su flamante
posesión y ya se ve enredado, indeciso, haciendo esfuerzos por atajar aquí y
allá, pero sobre todo, empeñado en hacer reformas estructurales con soluciones
meramente coyunturales, algo que hasta un estudiante novato de administración,
sabe que es indeseable.
El primer síntoma
preocupante, se presentó cuando a pocos días de la complicada y sufrida
elección, comenzó a olvidarse de promesas claras y tranquilizadoras que, a voz
en cuello, hizo en los afanes de última hora cuando, lastimeramente, arañaba
los últimos voticos descarriados. El
inefable y manoseado 4 por mil, que tantas veces se ha ofrecido como trofeo de
guerra a los electores crédulos, se reposicionó y, a pocos días del triunfo, ya
era imprescindible mantenerlo por otros 4 años, “para salvar el campo”. Si esto se sabía, porqué entonces no se dijo
desde antes? Tienen razón en molestarse expertos y profanos, sobre todo cuando
no falta el “sapo calvilustrado”, que dice que se debería subir del 4 al 6 por
mil. ¡Habrase visto!
Como si lo anterior
fuera cosa de bagatela, inmediatamente se anuncia una reforma tributaria, esta si, “por dios que será estructural y la
última”. La razón parece igualmente inventada y peregrina: “es que se necesitan
recursos para la educación”, para pasar del puesto 62 al primero en el Programa de Evaluación Internacional de
Estudiantes –PISA- (por sus iniciales en Inglés, no por sus siglas, como dicen
en todas partes). Si mal no recuerdo, una de las promesas más apreciadas y
tentadoras del candidato Santos, siempre fue la de no aumentar los impuestos y
la de no proponer reformas tributarias. Obvio que la gente está “mareada”,
sobre todo si la reforma tiene un olorcillo a improvisación y a cuadre de caja de última hora, para tapar
huecos fiscales.
La ciudadanía no es
“mensa”. Todos sabemos que este Ministro de Hacienda, que era el mismo del
período anterior, presentó un presupuesto para 2015, desfinanciado en casi 13
billones de pesos. Lo hizo con conocimiento de causa, tratando de complacer a
todos y teniendo en mente que este hueco podría ser tapado mas adelante vía
impuestos. Lo que no se entiende es que todo un Ministro de Hacienda, pretenda
por una simple mecánica de aritmética elemental, resolver un problema de tanta
complejidad. Así cualquiera: mantenemos el 4 por mil, a esto le sumamos dos
puntos mas de IVA y ponemos a pagar impuesto de
patrimonio a todo aquel que tenga mas de 750 millones. Era tan anti
técnica, improvisada y apresurada la
propuesta, que tambaleó con las primeras criticas y cayó cuando la oposición,
ahora aumentada con un disciplinado y acosador Centro Democrático, le mostró
los colmillos.
Lo peor del reversazo
es que el Ministro, como si no hubiera roto un plato, sale con toda
tranquilidad y como si embarrarla fuera lo más normal del mundo, a decir que la
idea es que los pobres no paguen impuesto al patrimonio. Y como? De donde? Si ser pobre es precisamente eso, no
tener patrimonio. Me recuerda eso, a lo que le decía el recaudador Colbert a
Mazarino, superintendente del Rey Sol: deja quietos a los ricos y a los pobres
y dedícate a los del medio. Esos trabajarán más y más para pagar más y más
impuestos. Cierto Dr. Orlando Bustillo Jr.?
Tampoco le ha ido bien
del todo a “juampa” en otras pendejaditas que, igualmente han sido manejadas
con indecisión e improvisación: la deportación acelerada de los dos muchachos
venezolanos, sin que se tuviera claridad fáctica y jurídica sobre la viabilidad
de esta actuación y la firma, sin muchas verificaciones, de la extradición de
un carpintero de San Vicente del Caguan, acusado, sin pruebas, de lavado de
activos y otras bellezas, por parte de los gringos, dejó en la ciudadanía la
impresión de que este proceso se maneja con poco rigor y se presta a
injusticias. Todo esto sin mencionar la tan cacareada Reforma Política Para el
Equilibrio de Poderes, la cual desde ya presenta fuertes controversias y en la
que igualmente ha habido reversazos e indecisión. Pero eso será tema para otro
Trompo.
Es obvio que a estas
alturas del partido, ya el cariño de un presidente agradecido por sus electores
comience a enfriarse y ya no nos quiera tanto como cuando se forjó el famoso
idilio con Doña Mechas, pero es que
nadie le está pidiendo que nos quiera, lo único que se le pide es que haga las
cosas bien y mas na …
@rododiazw
Apreciado Rodolfo, amigo. EL presidente JuamPa es y ha sido mitómano. No es posible votar por el. Pero del ahogado el sombrero , que se gasté su caudal político(si es que lo ha tenido) y GOBIERNE !! Enredado en el medio campo y nos tiene en vilo a todos. Esto no se resume en estar a favor o en contra de tal o cual persona , es un tema de Nación. Liderazgo ¿en manos de quien?
ResponderEliminarDonde dice gasté debe decir gaste
EliminarDe acuerdo, me gusto, por lo anterior y algo mas es que me preocupa hoy mas que ayer nuestro mañana, como buen cristiano tengo fe en que de mano de Dios sabremos superara este oscuro momento en la historia de nuestro país.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con Don Rodolfo Diaz W. no solamente es un excelente articulo, sino lo acertado que me parece; y sí esto es casi sin empezar el segundo mandato, como irá a ser el resto? Sin ser pesimista, creo que nada bueno presagia el futuro de Colombia con ese equipo de inútiles que nos gobiernan.
ResponderEliminarQué bueno poder decir lo mismo que don Dario Mùnera (tener fe) Pero don Dario!, farcsantos solo dio la mano en campaña y tengo la certeza que Dios lo detesta tanto o mas que los que no votamos por ese inepto.
LOS MAMERTOS QUE PENSARAN HOY DIA? LE LAMIERON EL CUL. LE CREYERON TODAS SUS COCHINADAS, HAY QUE VER QUE HAY GENTE BIEN BRUTA POBRE COLOMBIA.
ResponderEliminar