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jueves, 4 de septiembre de 2014

De Ministras y Representantes

Creo que la representante Cure se equivoca, cuando explica que las Ministras querían “tener una dosis de privacidad y confort en Cartagena”, así como también se equivocó al escoger la zona donde debía parquear su carro.

Aunque estacionar vehículos en las playas de Cartagena, es una de las tantas cosas que no se deben hacer pero que se hacen a la vista de todo el mundo, ella debió considerar al menos la posibilidad de dar un buen ejemplo, atendiendo a su condición de “madre de la patria”, y de tratarse de un vehículo oficial de características especiales. No lo hizo y le dio “papaya” a la pareja, que tenía unas intenciones diferentes a las mencionadas por Cure, y que con su actuación muy pronto le demostraron.

No es cierto que las Ministras quisieran privacidad, como tardíamente lo dice la Representante. Al contrario, su plan era el de darse un “baño de popularidad”. Era el de estrenar en la ciudad, en opinión de la burguesía andina, mas chismosa de Colombia, su recién adquirida condición de salidas del closet. De pareja verraca, que además de poderosas, agresivas, exitosas y medianamente atractivas, tienen los “cojones” de mostrar, en un país secularmente mojigato y rezandero, que no le temen al que dirán, a la opinión pública borrega y a las consecuencias de ser distintas en un país de distintos, enfermo de pudibundez. Querían era hacer el “show”. Como diría el Pirry: “Esas son mis ministras” ¡carajo!

El plan les estaba fallando por un detalle pequeñito: Se les olvidó que venían era para Cartagena, la ciudad que, además de ser la más chismosa de Colombia, es también la más apática e irreverente, cuna de guasones inmortales y mamadores de gallo eximios. La ciudad donde “no hay fama que dure 24 horas” y donde entre más famoso es el personaje, mas inadvertido pasará. Y no se trata de una idea preconcebida, sino de un atavismo histórico, de un rasgo cultural que le ha impuesto a los cartageneros una orden inconsciente de no permitirle a los que se las “pican” de famosos, el venir a hacer “pantalla” a la ciudad. Así que cuando mis Ministras vieron la archiconocida camioneta parqueada en la playa, se les apareció la virgen: una buena pelea, un  buen escándalo y toda Colombia  se enteraría que ellas estaban paseando, tomadas de la mano, por las otrora playas de bravos pescadores de la Boquilla. La vaina les resultó.

La vaina les resultó y, efectivamente, al día siguiente eran noticia nacional, pero no por su recién descubierta extraña relación y por su romántico paseo, sino por su “espíritu  emprendedor” y su “compromiso a ultranza” con el deber ser, con el actuar en forma correcta y con una conciencia ambiental digna de mejores playas: “Como así que esa representante primípara va a venir a ensuciar la playa .. marica”. Punto para las Ministras, Colombia ya comenzaba a aceptarlas. Los noticieros amarillos, que son casi todos, se olvidaron de su condición de pareja zurda y solo se dedicaron al sabroso plan de hacerle un escándalo a una representante, que entre otras cosas, no creo ese sea el escándalo que le quita el sueño.

A los cartageneros no debe preocuparnos que parejas de Ministros, independientemente de su orientación sexual, nos visiten con alguna frecuencia. Al contrario: Imagínense que el Ministro de Salud en compañía del Ministro de Defensa se dieran una vuelta de vez en cuando por la ciudad, para ver que está andando mal y se pusieran bravos y formaran un escándalo de marca mayor, para que todo el país se diera cuenta que aquí no hay autoridad y que la seguridad anda manga por hombro? Que se supiera que el Hospital Universitario está a punto de colapsar porque el Distrito le debe 65 mil millones. O que los Ministros de Transporte y  Ambiente, se pasearan un rato por Marbella para verificar que sus permisos y licencias se convirtieron en la más grande violación de los derechos ambientales de los cartageneros y en el esperpento mas horroroso que le mostraremos al mundo.


Esta nueva forma de gobierno basada en parejas de Ministros paseando, tomados o nó de la mano, es bastante interesante y debe preocupar a los Alcaldes chapuceros. Por lo pronto Dionisio nos está debiendo la “formulación de un modelo de ocupación de playas pionero en Colombia”, que se sacó de la manga cuando lo cogieron "fuera de base".

@rododíazw

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