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domingo, 6 de diciembre de 2020

SEMANA DE CERTEZAS

Si por un momento nos dedicáramos a observar con detenimiento, el diario acontecer de la Heroica, muy pronto nos daríamos cuenta que esta semana que termina ha sido especialmente difícil, llena de no muy buenos presagios y aclaradora, en cuanto a lo que se creía y a lo que en realidad viene sucediendo.

 

Para empezar, hay que anotar el aumento significativo de los casos de Covid en la ciudad. En los últimos días, es evidente el incremento de contagiados, de muertes y de utilización de centros de atención y unidades de cuidados intensivos. Esto ocurre cuando ya prácticamente habían sido eliminadas todas las restricciones y la ciudad lucía su tradicional aspecto enredado, cosmopolita y festivo. Una buena idea sería reforzar nuestro propio cuidado, mientras se esperan medidas de tipo general, tal como viene ocurriendo en otros países donde el rebrote ha sido particularmente fuerte.

 

Otro aspecto a destacar ha sido el importante incremento de columnas de opinión de expertos, y programas de diversa índole en los medios y redes, analizando desde diferentes ángulos, elementos importantes de la situación de la ciudad. Poco a poco, los debates han ido pasando del terreno del chisme, las consejas y el comentario de esquina, hacia la revisión más estructurada, desde lo técnico y lo académico, lo que indudablemente les ha dado altura y contenido, dos elementos que indiscutiblemente vienen proporcionando cada vez más, una mayor claridad a la ciudadanía sobre el real y urgente estado de las cosas.

 

Una situación que viene llamando la atención es la casi total desaparición del gabinete de inicio del gobierno distrital. No es un secreto que, normalmente, este gabinete de arranque es el de más impacto, porque deja ver la estrategia técnica y el tipo de ajedrez con que enfrentará el alcalde el reto que asumió. Son personas con excelentes hojas de vida, seleccionadas con mucho rigor, y de las que mucho se espera, teniendo en cuenta sus competencias y la motivación por tan alta distinción. El nuestro ha pasado sin pena ni gloria, ha desaparecido en medio de agudas contradicciones y, parece que el alcalde hubiera terminado de asumir las  funciones de los desaparecidos, porque de sus reemplazos casi ni se habla.

 

La inestabilidad de un gabinete pronto se nota en la gestión y, es solo cuestión de tiempo, que esto sea señalado fehacientemente por las mediciones de las variables, operativas, sociales o financieras. Refiriéndonos específicamente al tema de la ejecución presupuestal, los completos estudios de, quizá los mejores economistas locales, muy rápidamente señalaron las deficiencias, que solo habían sido mostradas sucintamente por la comisión presidencial que nos visitó a raíz de las inundaciones.

 

Quizá una de las primeras triquiñuelas que nos enseñan los profesores de estadística, es la conocida como la Falacia de los Promedios y que, en forma sencilla, se enuncia de la siguiente manera: “si una persona se come dos panes y la otra no se come ninguno, en promedio se comieron un pan cada uno”. Esta fue la falacia en la que incurrió nuestro alcalde, quien, cándidamente, salió a decir que la ciudad tenía en promedio realizaciones similares a otras ciudades del país.

 

Muy rápidamente le salieron al paso expertos y profanos para señalarle que, lamentablemente, nuestro promedio era el resultado de abundantes gastos de funcionamiento en unas secretarías, y casi nada o nada, en otras. Por un lado, un gran número de OPS`s, que contrasta con su desgastado discurso anticorrupción y anti OPS, y, por otro lado, una nula inversión en las necesidades más sentidas de la ciudad. Esa y no otra, es la explicación de nuestro estado de postración.

 

La semana concluyó con la visita y rueda de prensa del Procurador general de la Nación, en la que, en forma clara y contundente, hizo un análisis de la crítica situación de nuestro gobierno local y de nuestra ciudad. Como decía el coronel: “Ya no solo nos estamos muriendo de hambre, sino que todo el mundo lo sabe.” La situación de Cartagena es la noticia nacional y el Procurador fue claro y contundente a la hora de señalar el oscuro panorama que le espera a la ciudad y las posibles consecuencias del actuar de nuestro gobierno.

 

Cuando todos esperábamos que el alcalde, rodeado de lo mejor de su equipo, defendiera su gestión de lo dicho por el procurador, este prácticamente le dio la razón, al recaer en su acostumbrado y monotemático discurso: solo se trata de persecución de los viudos del poder. Amanecerá y veremos.

 

¿Será cierto que, mientras los torpes están seguros de todo, los hábiles están llenos de dudas?

 

P.D. Más allá de controversias: Diego, genio eterno e inolvidable. Paz en su tumba.


https://es.wikipedia.org/wiki/Rodolfo_Diaz_Wright 

 

 

 

sábado, 28 de noviembre de 2020

LA URGENCIA DEL CAMBIO

En medio de las preocupaciones causadas por los efectos de los aguaceros atravesados de todos los noviembres, pasó casi inadvertida la nueva crisis en el gabinete distrital, cuando, sin muchas explicaciones, se conoció a través de las redes, que el Secretario de Hacienda había renunciado o no continuaba más al frente de este despacho.

 

Debió extrañarnos esta situación, toda vez que este funcionario había sido seleccionado dentro del cacareado y exhaustivo proceso meritocrático, de comienzos de gobierno y, es un hecho reconocido por toda la comunidad académica, que se trata de un individuo cabal, y con grandes méritos o pergaminos, como dice nuestro amigo. Economista con maestría, doctorado y una larga hoja de vida y trayectoria, educando a los profesionales del futuro de nuestra ciudad. No se entiende entonces la súbita salida del funcionario, a no ser que se trate de otra de las, cada vez más normales trastadas, que ocurren por estos días en el Palacio de la Aduana.

 

Casi sin querer queriendo nos enteramos, que todo inició con la venida del presidente de la república, quien, ante los gritos de socorro de la ciudadanía y, la poca o nula gestión del distrito frente al recurrente fenómeno tropical, se presentó ante las puertas de la ciudad con su equipo y asumió el control y las gestiones pertinentes. Todo marchaba a pedir de boca, hasta cuando uno de los encopetados andinos pidió que le mostraran la ejecución presupuestal del año. Ahí fue Troya.

 

Cuando todos esperaban ver una altísima inversión, teniendo en cuenta que los 1.2 billones que antes se robaban, este año estaban en buenas manos, resultó que no había tales inversiones y muy al contrario, estas eran tan bajas estando ya en el mes 11 del año, que no pasaban del 70%. Una rápida mirada a los cuadros correspondientes, dejó ver que había dependencias con realizaciones cercanas al 0%, mientras que las demás solo acumulaban gastos de funcionamiento, representados en contratación de personal por órdenes de prestación de servicios.

 

Parece que ante los cuestionamientos de los cachacales, el alcalde se desmontó por las orejas, entró en cólera como es normal en el, y se desquitó con el secretario de hacienda, cuya continuidad en el cargo quedó inmediatamente en entredicho. Nadie comprende como se le piden cuentas de inversiones a un funcionario cuya responsabilidad no es precisamente la de realizar las inversiones. Tampoco se comprende como se responsabiliza a otros funcionarios, cuando es bien sabido que, desde el mismo comienzo, el alcalde les retiró las autorizaciones de gastos e inversiones a casi todas las dependencias y las concentró en una sola. 

 

Ahora quizá comiencen a comprender algunas personas porque la ciudad presenta tal estado de postración, por falta de las inversiones mínimas necesarias para resolver problemas urgentes. Ahora quizá comprendan por qué los efectos del fuerte invierno, se vieron agravados, al no haberse realizado la limpieza anual de imbornales, alcantarillas y canales. Ahora quizá comprenderán por qué varios funcionarios de carrera, con gran experiencia, abandonaron rápidamente el barco, al comprobar que su gestión era improductiva, si no se hacían las inversiones urgentes que requería la ciudad.

 

Una ciudad no se gobierna con malas crianzas ni con disputas virtuales en redes, y mucho menos con concursos de simpatía, donde el ganador será el que logre mas likes. Una ciudad no se gobierna con gritos e insultos. Muy al contrario, se gobierna propiciando un clima laboral productivo, donde los funcionarios encuentren realizaciones personales y profesionales, buenos planes, buenos programas y proyectos y con un preciso control de las variables clave, donde inversiones, gastos, indicadores, calidad y excelencia, son el vocabulario del día a día. 

 

Es lamentable que poco a poco, y por diversas razones, el otrora gabinete de lujo esté prácticamente a punto de desaparecer. Unos cuestionados, otros cansados del maltrato y los demás desilusionados. Lo cierto es que, ya son más de 10 los que han partido y que  se han  reemplazado silenciosamente o por personajes venidos de otras regiones a quienes si acaso se les conoce el patrocinador.

 

Es igualmente lamentable que en estos momentos ya estén llegando personajes de la capital de la república, comisionados directamente por la presidencia a encargarse de tratar de emparapetar la cosa. Como dicen por ahí: esto si es el apaga y vamos. 

 

Esto es lo que hace tan obligatorio el iniciar a la mayor brevedad, las acciones necesarias para un cambio de fondo. Como dicen que decía el maestro Einstein: Si siempre haces lo mismo, lo más seguro es que nunca obtengas nada nuevo.


https://es.wikipedia.org/wiki/Rodolfo_Diaz_Wright